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Casa de la Memoria de los Derechos Humanos de Valdivia

Localización: 
Los Ríos, Valdivia, Valdivia
Dirección: 
Calle Vicente Pérez Rosales N° 764
Categoría: 
Monumentos Históricos
Tipología: 
  • Inmueble
  • Sitios de la memoria y conmemorativos
  • Memoria y derechos humanos

En 1972 el inmueble pasó a ser utilizado como las oficinas centrales de la Corporación de la Reforma Agraria (CORA). Tras el golpe de Estado el inmueble fue utilizado por el Ejército, siendo destinado en 1976 a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y luego a la Central Nacional de Informaciones (CNI), desde 1977 hasta finales de la década de 1980. Luego el inmueble siguió perteneciendo al Ejército, hasta que en 2010 el Ministerio de Bienes Nacionales lo entregó en concesión de uso gratuito a la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos de Valdivia, que utiliza a la fecha el inmueble.

Las violaciones a los derechos humanos y la violencia política en la Región de Los Ríos se caracterizaron por su intensidad y por la colaboración entre civiles y uniformados en la detención, delación y ejecución al margen de todo proceso de aquellas personas identificadas como simpatizantes, miembros o dirigentes de los partidos de la Unidad Popular. La mayoría de las detenciones fueron efectuadas por Carabineros; las torturas y ejecuciones fueron efectuadas en operativos cívico-militares en las zonas rurales, como las masacres de las localidades de Liquiñe, Chihuio y en Puente Pilmaiquén.

Según se consigna en el Informe Valech, la mayoría de las violaciones a los derechos humanos se efectuaron en los meses posteriores al golpe militar en las zonas rurales y en la década de 1980 en las zonas urbanas. El recinto utilizado por la DINA y posterior CNI fue base de operaciones de los agentes de Estado y centro clandestino de detención y tortura hasta el año 1984, cuando es reconocido oficialmente por la dictadura.

En 1981, en el contexto del surgimiento de un pequeño foco de resistencia armada en la localidad de Neltume, fue utilizado como base de operaciones de los organismos de seguridad de la dictadura para su represión; posteriormente en 1986, en el contexto de la arremetida contra el Partido Comunista a raíz del atentado al General Pinochet, fue utilizado como centro de detención y tortura, siendo detenidos en ella cerca de veinte personas, doce de las cuales fueron procesadas, destacando el caso de la ciudadana chileno-alemana Beatriz Brinckman por su repercusión mediática y por los problemas diplomáticos que generó con el gobierno de la República Federal Alemana.

Los espacios del recinto que fueron utilizados como celdas de prisioneros y salas de torturas se encuentran en el subterráneo; ahí están la celda de inmersión o submarino, la celda de gotera, las maquinarias de las calderas y las celdas de hombres y mujeres. En el primer piso estaba la sala de vigilancia de los guardias; en el segundo piso destacan el altillo utilizado como oficina administrativa y el balcón que da a la calle Vicente Pérez Rosales.