- Entorno a Monumento Histórico
Habitada ancestralmente por huilliches y chonos, el Archipiélago de Chiloé fue colonizado tempranamente por españoles que se asentaron en el lugar desde mediados del siglo XVI. Junto con los conquistadores, llegaron también franciscanos y mercedarios que buscaban evangelizar a la población indígena. Sin embargo, fueron los jesuitas quienes desde comienzos del siglo XVII pudieron llevar a cabo un proceso de evangelización que respondiera a las particularidades la isla, como su aislamiento, la dispersión indígena, la importancia y abundancia de la madera y saber relacionarse por y con el mar.
Los jesuitas hacían recorridos anuales por las islas, quedándose solo un par de días en cada lugar. El resto del año, un laico especialmente preparado atendía a los lugareños. Esas visitas circulantes dieron vida a las primeras capillas, construidas mano a mano por los misioneros y por la comunidad que aportaban su trabajo, sus materiales, sus técnicas y la madera, dando origen sincretismo arquitectónico que mezclaba las tradiciones culturales europeas y las indígenas, produciendo una forma única de arquitectura en madera.
En este contexto, la Iglesia de San Antonio de Colo fue construida a mediados del siglo XIX por solicitud de las pocas familias que vivían en el poblado, petición que se oficializó en 1858 con una carta de aprobación por parte del Obispado de Ancud. Desde 1999 esta Iglesia está declarada como Monumento Histórico por ser fiel representante de las iglesias del archipiélago.
La Iglesia San Antonio de Colo está elevada respecto del mar y de las vías principales. El lugar presenta escasa infraestructura debido a la baja densidad poblacional, sin embargo los espacios o volúmenes de uso público se concentran en la Iglesia, la escuela, el cementerio y la casa parroquial. Todo este espacio es circundado por predios de gran extensión.
Su entorno se inscribe dentro de una exuberante y abrupta naturaleza compuesta por colinas, fiordos, acantilados y arboledas. Se emplaza sobre una meseta separada del mar y rodeada por una vegetación exuberante en pequeños montículos. El principal volumen que destaca en el área es la Iglesia. Frente a ella están los demás inmuebles, el cementerio y otros predios cercados que respetan la monumentalidad del edificio.
Esta Iglesia centenaria y su entorno se erigen hoy como un elemento identitario y social que es sostenido de generación en generación.
REFERENCIAS:
Decreto 609 (2013)
https://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=1058358&buscar=Decreto+609+%2820...
Iglesias de Chiloé – Consejo de Monumentos Nacionales.
http://www.monumentos.cl/consejo/606/w3-propertyvalue-37306.html
