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Pueblo de Las Canteras

Localización: 
Metropolitana de Santiago, Chacabuco, Colina
Categoría: 
Zonas Típicas
Tipología: 
  • Conjunto

En cuanto a la historia, los canteros de Colina son herederos de sus predecesores llegados en el marco de la conquista hispana en el siglo XVI y de los que durante los siguientes siglos van otorgando su identidad a la ciudad de Santiago.

Los valores históricos y artísticos que sustentan y confluyen en la declaratoria para reconocer a los MH sector del Cerro Pan de Azúcar y sector del Cerro La Pedregosa, así como el carácter ambiental y propio del Pueblo de las Canteras, como ZT o Pintoresca son:

El origen del sitio son las transformaciones urbanas de Santiago implementadas por Vicuña Mackenna. El origen de las canteras de Colina data de fines del siglo XIX. En 1873 Vicuña Mackenna da inicio a la canalización del río Mapocho, generando una explotación masiva de las canteras del Cerro San Cristóbal. Un grupo de canteros emigraron al norte de Santiago, al Fundo Los Hornos de Colina de propiedad de la familia Vergara Montt, y hacia 1884 se instalaron a los pies del cerro Pan de Azúcar.

Este bien materializa una tradición de generaciones. Entre 1900 y 1917 se masificó el uso de la piedra, produciéndose una enorme cantidad de adoquines para las calles de Santiago. Los canteros se instalaron con sus familias, habitando y trabajando en el lugar hasta hoy. Las 600 familias que corresponden al 90% de la población de la localidad se consideran descendientes de los canteros originales. Se trata, más que de un lugar y una actividad, de una forma de vida de 125 años de historia.

Es fuente de la materia prima y el trabajo del adoquinado de calles de Santiago, y está asociado a su conservación. Se asocia también a la conservación de edificios históricos de Santiago. Es también fuente de materia prima y trabajo especializado para otras grandes obras públicas, y de bienes ornamentales. En relación al valor artístico, destaca la pericia en la extracción y el labrado de la piedra, la cual encuentra su expresión más característica en el proceso de elaboración del "adoquín", producto principal. Las Canteras de Colina, que proveyeron el adoquinado para las calles fuera del perímetro céntrico, son hoy esenciales para la conservación de todas nuestras calles adoquinadas, las cuales están siendo objeto de una creciente valoración. Este oficio también materializa valor artístico en bienes de carácter ornamental (figuras decorativas, piezas para fuentes, pavimentos varios). Los canteros de Colina no sólo proveen piedra sino que además participan en restauraciones de nuestros inmuebles patrimoniales.

Los atributos que se identifican en las Canteras de Colina son: en las áreas de explotación, la materia prima geológica esencial, las áreas de explotación y labranza y las instalaciones sencillas, utensilios y artefactos. En el pueblo, la combinación de vivienda, talleres y equipamiento, los lugares de desbaste, labrado y trabajo artesanal, venta y habitación.