Por unanimidad, el pleno del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) acordó aprobar la solicitud de declaratoria como monumento nacional, en la categoría de Monumento Histórico, de la casa que durante su infancia y juventud albergó al poeta, historiador e intelectual de la llamada generación literaria del ’50 Jorge Teillier Sandoval. La petición había sido formulada por el diputado Guillermo Teillier, quien acompañó cartas de apoyo de varios miembros de la familia.
La casa, ubicada en calle Saavedra 342 en la comuna de Lautaro, Región de la Araucanía, fue diseñada por el arquitecto Emilio Nualart y su construcción se inició en el año 1951, siendo terminada en 1952. En ella, el poeta Jorge Teillier vivió durante su adolescencia junto a su familia, experiencia que tuvo especial relevancia para la producción de su obra literaria, la cual ha sido ampliamente reconocida en el ámbito nacional e internacional. Esto, porque de su trabajo se desprenden palabras cargadas de metáforas, aromas, sonidos, gustos, imágenes y sentidos sensoriales, dándose a conocer la historia y el contexto de su pueblo y su casa natal. A través de su poesía, Jorge Teillier transmite la vida de una época, una etnohistoria o, en palabras del poeta, una intrahistoria.
“La casa del poeta Jorge Teillier es un lugar muy importante en su obra y en la literatura chilena. Lo anterior, porque su poesía hace referencia al hogar, al lugar donde los recuerdos nacen. De este modo, en un contexto histórico en que la migración campo-ciudad provocó profundas transformaciones identitarias en los pueblos rurales, Teillier convirtió la nostalgia en un lenguaje común, en una añoranza de lo perdido. Su poesía se impregna del sur mítico, trayéndolo a los diálogos capitalinos como máxima expresión de la poesía lárica, género del cual Teillier fue el precursor en Chile y que viene de lar, que significa hogar, al que se pretende regresar siempre y donde radica la nostalgia del poeta también, de ese siempre querer regresar al hogar al cual se pertenece”, comentó el subsecretario del Patrimonio y presidente del CMN, Emilio De la Cerda.
Así, los dos temas centrales de Teillier son la inocencia de la infancia y el recuerdo, y la dualidad entre la felicidad del origen recordado y el dolor de su desintegración. Todo esto, expresado a través de la poesía lárica, cuya “belleza puede ayudar a sobrevivir a todas las miserias” (Teillier, 1968). Por eso, la casa y su entorno inmediato contribuyeron a configurar el mundo de referencias que incorpora la poesía lárica de Teillier, donde se relevan elementos significativos del lugar asociados a la experiencia del poeta en su tierra. Porque si bien cursó Humanidades en el Liceo de Victoria, regresaba los fines de semana a Lautaro, lo mismo que cuando se mudó a Santiago para iniciar sus estudios superiores de Pedagogía en Historia, pues visitó recurrentemente a su familia que continuó viviendo en Lautaro hasta septiembre de 1973.
Fueron precisamente esos viajes los que permitieron que la casa del poeta recibiera visitas ilustres, entre ellas Salvador Allende, Pablo Neruda, Enrique Lafourcade, Volodia Teittelboim, Violeta Parra, Nicanor Parra y Pablo de Rokha.
El inmueble se emplaza en el casco histórico de Lautaro, cercano a la vía férrea y a poca distancia de la estación de ferrocarriles, testimonio de la vida asociada al ferrocarril que caracterizó parte importante de la producción del poeta. Se trata de una típica casa sureña de dos pisos, con estructura de maderas nativas, como las de antaño y techo de tejuelas. Por las inclemencias del tiempo y la necesidad de aislación se han realizado algunos cambios y se ha instalado sobre el tinglado original un revestimiento exterior de Siding.
En su interior conserva sus maderas nativas algunas con solo barniz, en otros espacios los colores ya las han cubierto. Posee su techumbre con cubierta de zinc. Las amplias ventanas, la dejan ver el tren que se asoma a su oriente, entre unos finos palillajes interiores y sobre marcos que hacen contraste.
La casa se caracteriza por el emplazamiento de la cocina en el núcleo central y lugar de encuentro, donde converge el pasillo que conecta los principales recintos como el comedor y el salón. Se destacan las vistas desde el interior de la casa hacia su entorno inmediato, a través de amplias ventanas. La casa marca su riqueza de calidez espacial por poseer madera en todo su envolvente interior, tanto en pisos, muros y cielos.
Por todos estos valores y atributos de la casa que albergó la juventud de uno de los poetas más relevantes del cannon poético nacional, el CMN acordó también solicitar a la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio la dictación del decreto respectivo para convertir la casa de Teillier en Monumento Histórico, con su plano de límites asociado.
