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Exposición fotográfica "Roberto Montandon: El pasado presente"

Créditos: Umwelt

La exposición es fruto del trabajo entre la Embajada de Suiza, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio - Consejo de Monumentos Nacionales y Umwelt, en colaboración con Metro de Santiago, quienes presentan una selección de la obra fotográfica de Roberto Montandon a un público más amplio.

La muestra se exhibe en Suizspacio, una innovadora plataforma ubicada en la estación de Metro Ñuñoa, cuyo fin es promover el intercambio artístico y la integración cultural entre Suiza y Chile.

Roberto Montandon Paillard (Neuchâtel, Suiza, 1909 - Santiago de Chile, 2003) fue una figura relevante en la conservación, protección y promoción del patrimonio cultural chileno. Desde su llegada a Chile a fines de 1920, y hasta su muerte, dedicó su vida al estudio y a la enseñanza del patrimonio cultural chileno. Su rol en la protección, desarrollo y difusión de los Monumentos Nacionales es uno de los aspectos más reconocibles de su labor. En virtud de sus aportes, recibió múltiples reconocimientos, entre los que destaca su nombramiento como Arquitecto Honorario por el Colegio de Arquitectos de Chile y la entrega de la Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral, en grado de Comendador, otorgada por el Ministerio de Educación.

Su trabajo como investigador lo llevó a conocer y apreciar el patrimonio de Chile. En medio de este recorrido, logró registrar la riqueza cultural de este país, generando las condiciones para que esa herencia cultural sea reconocida y asumida por las generaciones actuales y futuras. Por esta razón, su legado es tan valioso y también es parte de nuestro patrimonio.

Entre sus principales hitos, a fines de la década de 1940 fue nombrado director del Servicio de Foto-Cinematografía de la Universidad de Chile. También participó escribiendo artículos para la revista En Viaje de Ferrocarriles del Estado. Entre 1955 y 1956 realizó viajes a lo largo de América junto a Enrique Zorrilla y Leopoldo Castedo, travesías apoyadas por la Editorial Zig-Zag y registradas en el libro Historia de una historia, 120.000 kilómetros por las rutas de América. En 1950 organizó, con el apoyo del Consejo de Monumentos Nacionales, el proyecto “Aspectos del patrimonio histórico-cultural de Chile”, exposición itinerante exhibida en varias ciudades del país. En 1957, junto a los fotógrafos del Servicio de Foto-Cinematografía de la Universidad de Chile, participó en la publicación Autorretrato de Chile. Más tarde, en 1960, ejerció como director y coordinador de la muestra “El Rostro de Chile”, iniciativa que reunió una selección de imágenes de Antonio Quintana, Domingo Ulloa, Mario Guillard, Fernando Bellet y el propio Montandon, cuyo fin fue retratar a los habitantes y los paisajes del territorio nacional.

La obra de Roberto Montandon es amplia, diversa y está conformada por fuentes documentales de gran valor para comprender el desarrollo del patrimonio cultural nacional. En el Archivo Documental del Cedoc CMN se conservan fotografías, libros, manuscritos y objetos que dan cuenta de su producción intelectual, así como también del material recopilado en cinco décadas de trabajo al servicio de la protección del patrimonio cultural del país. Estas fuentes documentales registran sus intereses y las actividades desarrolladas a lo largo de su vida, en un afán por instalar y promover la importancia del patrimonio en la opinión pública. Debido a lo anterior, la relevancia de su obra es crucial y se constituye como una fuente continua de conocimiento para estudios, investigaciones y rescates patrimoniales, abriendo nuevos cauces de interpretación y resignificación de su legado.

En el campo de la fotografía, Roberto Montandon realizó sus registros con una cámara fotográfica Rolleiflex de formato medio, la cual utilizaba negativos en formato 120 presentados como rollos de películas de 6 centímetros de ancho. Este formato permitía almacenar entre 8 y 16 fotogramas de 6x9 cm, 6x6 cm, y 6x4,5 cm, cuyos soportes están presentes en el Archivo Fotográfico del Consejo de Monumentos Nacionales.

El pasado presente

A la víspera del viaje, (...) sea Ud. permeable a la belleza y deje abierta de par en par la puerta de su curiosidad; se va encontrar con panoramas, costumbres y rostros nuevos; y todo esto es su patria; mírela, escúchela con simpatía y con amor. Y a su regreso sentirá Ud., en la plenitud que procura el goce de un viaje bien aprovechado, cómo se ha enriquecido su mente, su alma, y la sangre que corre por sus venas. (Roberto Montandon, Invitación al viaje).

Las fotografías que conforman esta muestra reflejan la realidad en Chile a mediados del siglo XX. Mientras la actividad industrial en el mundo experimentó cambios entre fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, en el país la realidad social y económica vinculada a esta esfera se configuró entre la industrialización –reflejada en los sectores portuario, minero y ferroviario– y la continuidad de las tradiciones y los oficios locales. Estas actividades industriales se concentraron principalmente en la zona norte y en las grandes ciudades, mientras que los oficios y los modos de producción artesanales se mantuvieron en todo el territorio nacional, conservando su vigencia. En dicho contexto, este periodo también se caracterizó por la consolidación de movimientos obreros y sindicales en todo el país, quienes buscaban el reconocimiento de derechos sociales y laborales derivados del auge y desarrollo de las actividades productivas.

La selección de imágenes, pertenecientes a las colecciones del Centro de Documentación del CMN, retrata a personas realizando oficios y actividades vinculadas a un territorio vasto, fértil y en proceso de transformación. En medio de estas acciones, las personas son captadas en el ejercicio de una actividad productiva, o bien como espectadores de lo que acontece a su alrededor, lo que también evidencia la realización de actividades individuales o colectivas con distintos grados de concentración, coordinación y fluidez. Estas formas de interactuar con el entorno suponen entrar en contacto con las bondades y adversidades del medio circundante. Así, observamos que cada protagonista está integrado en un lugar determinado y en una secuencia de hechos o acontecimientos, que dotan de un significado único y especial a cada escena habitada. Lo anterior supone un vínculo mutuo e indivisible, en donde no se puede comprender la existencia de un paisaje sin la presencia de sujetos que forjan el patrimonio y la identidad común.

La exposición nos invita a rememorar un pasado lleno de significados e interpretaciones, en donde habitan sueños y esperanzas, y en el cual emergen los ecos o fragmentos imperecederos de un ayer traído a la memoria. Nos invita, de igual modo, a recorrer espacios que guardan una íntima relación con nuestro presente y futuro, encontrándonos con un otro muchas veces olvidado y relegado a un segundo plano. Ese otro puede, incluso, encarnar nuestra propia historia familiar, y posibilitar la mantención y supervivencia de las tradiciones y costumbres colectivas. En este sentido, el viaje significa dotar de pleno significado a un patrimonio dinámico y en constante transformación, asignando nuevas lecturas, desde el presente, a estos registros históricos.

"El Pasado Presente" es una reflexión que nos interpela a contemplar las formas más elementales de convivir con la tierra y sus bondades. Es, también, volver la mirada hacia aquellas manifestaciones culturales que configuran lo que somos hoy, recordando que, a pesar del paso del tiempo y al cambio de nuestras formas de vida, algunos de estos oficios y tradiciones se niegan a desaparecer. Por último, es un darse cuenta de que el sentido de nuestros actos no puede entenderse de manera aislada ni abstracta y que, en definitiva, somos creadores de un mundo presente y futuro; somos herencia y memoria viva.

Roberto Montandon, en su tarea de presentarnos el pasado, fue el testigo de una época que nos interpela de manera constante. Es, también, el nexo de ese eco proveniente de nuestra historia común. Es así como la producción de Roberto Montandon, tanto visual como documental, adquiere una actualidad y vitalidad que se resiste a permanecer en silencio.

Curatoría: Embajada de Suiza - Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio - Consejo de Monumentos Nacionales - Umwelt Colecciones: Archivo patrimonial del Centro de Documentación del Consejo de Monumentos Nacionales Colaboración: Metro de Santiago Organización: Embajada de Suiza - Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio - Consejo de Monumentos Nacionales - Umwelt Diseño de montaje: Umwelt Construcción del montaje: N.O.T. Diseño gráfico: Macarena Vogel