Una estructura de ladrillo, de antigua data, quedó al descubierto en el cerro David Fuentes de Talcahuano, en la Región del Biobío, tras los trabajos de movimiento de tierra para la construcción de un edificio de nueve pisos. El Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) fue informado el 6 de abril por parte de la Dirección de Medio Ambiente de la Municipalidad de Talcahuano. Ello significó una visita a terreno por parte de la arqueóloga Melissa Masquiarán, profesional de la Oficina Técnica Regional Biobío del CMN, para constatación y registro del hallazgo.
Este correspondía a una estructura de ladrillos de apariencia cilíndrica, similar a un pozo o respiradero, de doble muro o reparación de un primero. El mortero que une la estructura también presenta diferencias que hablarían de dos etapas constructivas: la primera, de arena y conchilla, común en las construcciones del siglo XIX, y la segunda de cemento de mala calidad, con alto contenido de arena aparentemente lavada de la playa y fácil de romper.
El tema fue analizado por la comisión de Arqueología del CMN, integrada por consejeros de la Sociedad Chilena de Arqueología y del Colegio de Arqueólogas y Arqueólogos de Chile, así como profesionales de la Secretaría Técnica y asesores expertos. Allí decidieron solicitar una serie de antecedentes y acciones a la empresa constructora, y reiterar que no se podrán realizar intervenciones sobre el hallazgo hasta que el CMN dé visto bueno a la continuidad de las obras en ese sector.
Cabe destacar que, en el sector norte de la construcción, en su parte inferior, es posible distinguir ladrillos con una coloración oscura por el tipo de sedimentos que la rodea y muy cercano a los restos de un riel, que aparentemente no se encuentra asociado a otros elementos.
En el centro, dentro de los sedimentos de relleno, se distinguen dos fragmentos de loza con decoración en tonalidad morada (que correspondería a la mitad del siglo XIX), mientras que en la parte alta del hallazgo también se distingue lo que podría ser una tubería de fierro, de 2.5 cm de diámetro, y restos de un tarro o balde metálico.
El hallazgo se encuentra en un talud a un metro de la construcción del edificio, el cual ya fue excavado en su totalidad para dar comienzo al hormigonado que evite riesgos de derrumbe del cerro. Las obras se encuentran detenidas en el sector del hallazgo.
Antecedentes históricos
De acuerdo con los antecedentes históricos registrados en el Libro de Oro de Talcahuano o El Carbón de Chile i su distribución jeográfica, desde 1842 y hasta 1947 se realizaron varios sondajes en la mina de El Portón, que atravesaban la calle Colón (una de las arterías principales de Talcahuano) incrustándose al Cerro David Fuentes, donde se registraron varias vetas de poco valor, propiedad de Guillermo Wheelwright, que contaba con un pique que alcanzó una profundidad de 188 metros.
Asimismo, existen registros de la extracción de carbón durante 1907 y 1913 de la mina sector Alto del Portón o Yacimiento de David Fuentes en el puerto de Talcahuano, en que se nombra como propietarios a Miguel Cruchaga Tocornal y Juan de Dios Yáñez (sin cronología definida).
Según la información entregada por vecinos del sector, el acceso a las minas corresponden a un chiflón, por lo que no se tienen registro de construcciones verticales. No obstante, no se descarta la posibilidad de un respiradero para la circulación de aire al interior del cerro, similar a lo observado en el Chiflón del Diablo.
La utilización de mortero de arena y conchilla es indicador de una construcción antigua, sin embargo, las condiciones del hallazgo no permiten precisar características específicas de la construcción o su data. Asimismo, la aparición de loza con decoración morada también parece coincidir con la fecha de explotación de la mina, pero nuevamente las intervenciones interfieren con el registro de los hallazgos.
