En la localidad costera de Matanzas, en la comuna de Navidad, se encuentra el Santuario de la Naturaleza Bosque de Calabacillo. Corresponde a una porción de agua y fondo de mar aledaña al sector sur de la playa Las Brisas, de una superficie aproximada de 11,113 ha, caracterizada por una alta biodiversidad asociada al único bosque de macroalga parda Macrocystis pyrifera (Calabacillo). Esta alga posee un alto interés científico por sus componentes bióticos. El calabacillo posee unas vesículas de aire que permiten que sus hojas floten hasta la superficie del mar y generen un mejor proceso de fotosíntesis, propiciando el desarrollo de numerosas especies -principalmente invertebrados y peces de roca-, como erizos, lenguados, lapas, locos y róbalos. Además, se ha constatado la presencia de un banco de choros zapato juveniles de escasa presencia actual en la región. En general, en torno a este particular ecosistema se desarrollan 21 especies de algas, 55 tipos de invertebrados y 13 de aves.
Al ser la macroalga calabacillo utilizada como alimento de herbívoros y de moluscos cultivados, se vio la necesidad de proteger esta zona de su sobreexplotación, que podría poner en riesgo la diversidad biológica que posee el bosque. Por tal motivo, distintos actores de la comunidad se propusieron declarar esta zona como el primer Santuario de la Naturaleza marino del país. Se concretó esta solicitud el año 2012, donde autoridades, académicos y agrupaciones de pescadores artesanales coordinaron un manejo sostenible del lugar.
Actualmente, alrededor de este Santuario se han originado una serie de iniciativas educativas, ambientales, culturales, turísticas y comerciales. La conservación de la riqueza cultural de las formas tradicionales de extracción de algas, junto a la alta belleza escénica de la zona, han convertido a Navidad en un sector de interés turístico con gran potencial económico.