El lugar, ubicado dentro del casco histórico y cercano a la Plaza de Armas, fue un centro de detención y tortura que funcionó desde el 11 de septiembre de 1973 hasta 1976. En la actualidad, el Ministerio de Bienes Nacionales y la agrupación de derechos humanos de Curacaví realizan gestiones para su recuperación y puesta en valor, en el marco de la conmemoración de los 50 años del Golpe Militar.