Casona Agustín Echeñique

En la comuna de Peralillo, ubicada a una cuadra de la Plaza Principal, se encuentra una antigua casona que originalmente fue propiedad de Agustín Echeñique Tagle, importante hacendado de la época. Este inmueble de grandes dimensiones levantado a principios del siglo XX, fue la casa principal de la Hacienda de Peralillo, y se construyó siguiendo el estilo de las mansiones señoriales de Europa. Se emplazó en la parte superior de un pequeño lomaje, cuyo entorno tuvo una importante labor paisajística, generando un parque con especies exóticas y una laguna. La edificación original contaba con amplios recintos: sala de baile, salón, comedor, dormitorios para la familia, dormitorios de alojados, galerías vidriadas, terrazas, miradores, cocina, dependencias, bodegas, dormitorios de servicio y servicios higiénicos. Estos últimos muy poco frecuentes en las construcciones de la época. El inmueble contiene un piso zócalo de piedra y ladrillo. El nivel principal es de madera rellena de adobe empajado. En su construcción se usó argamasa de cemento y cal y revoques de cal, arena y polvillo. La cubierta es de fierro galvanizado sobre entablado y costaneras. Los envigados de piso y cielo son de pino Oregón. En términos decorativos, las terminaciones interiores eran lujosas y consideraban zócalos de madera barnizados, muros empapelados y pinturas al óleo en cielos del comedor con alegorías de Venus y la Música. Se contempló parquet para los recintos principales. Las puertas y ventanas estaban barnizadas color caoba con cerrajerías europeas. Los recintos principales contaban con lámparas de bronce. Exteriormente se usó para las fachadas el color blanco, incluidos los balaustres de terraza y torre. Todos los adornos, palillajes de madera y celosías, se pintaron de color rojo bermellón. Este tipo de construcción es testimonio de la forma que en el siglo XIX eran ocupadas las zonas rurales del valle central del país por familias acomodadas. El pueblo de Peralillo creció en su entorno, por lo que la casona es uno de los principales referentes para la comunidad. Este fue uno de los importantes motivos para declarar su protección bajo la categoría de Monumento Nacional el año 2009. Actualmente la Casona y sus jardines son propiedad de la Ilustre Municipalidad. Sin embargo, tanto el terremoto de 1985 como el reciente del 2010 afectaron al inmueble. Este último hizo colapsar gran parte de su estructura, dejándolo inhabitable y con algunas zonas con riesgo de derrumbe.