Cuando los españoles llegaron al norte de Chile, hace más de 400 años, comenzaron con el proceso de evangelización y con el establecimiento de asentamientos. La zona minera de Andacollo no fue diferente. Allí, los españoles difundieron el culto a una imagen de la Virgen del Rosario, que comenzó a ser festejada cada año en vísperas de navidad, entre los días 22 y 27 de diciembre. En el año 1660 se construyó una Iglesia Parroquial para mantener la imagen y realizar la celebración, dentro de ella y en su atrio. Posee ricas terminaciones interiores y un gran número de piezas de arte, como la Virgen María del Rosario de Andacollo. Con los años ese espacio se hizo pequeño para recibir a tantas personas que llegaban a participar de las festividades, bailando, cantando y llevando ofrendas de comida para la Virgen.
Fue por eso que se construyó un nuevo templo, mucho más amplio y el anterior pasó a ser llamado Templo Antiguo. La nueva iglesia, más conocida hoy como Iglesia Grande, diseñada por el arquitecto italiano Eusebio Chelli con un estilo Romano-Bizantino, comenzó a levantarse en 1873 y demoró 20 años en ser terminada. Sorprende por sus altas torres, de 53 metros. El edificio es sostenido en su interior por enormes columnas y cuenta con grandes ventanas y una cúpula, que permiten la entrada de mucha luz. Cuenta además con una explanada en su exterior, lo que hace posible recibir a más de 10 mil visitantes durante la fiesta de la Virgen, que llenan de música y colorido todo el lugar. Las Iglesia Parroquial y la Iglesia Grande de Andacollo fueron declaradas Monumento Histórico el 12 de enero de 1981.
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