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Sergio Pantoja-Juan Peña Fuenzalida Detenidos Desaparecidos

  • Imagen del monumento Sergio Pantoja-Juan Peña Fuenzalida Detenidos Desaparecidos
  • Imagen del monumento Sergio Pantoja-Juan Peña Fuenzalida Detenidos Desaparecidos
  • Imagen del monumento Sergio Pantoja-Juan Peña Fuenzalida Detenidos Desaparecidos
Otras denominaciones: 
Detenidos Desaparecidos
Dedicado A: 
Sergio Pantoja
Localización: 
Arica y Parinacota, Parinacota, Putre
Dirección: 
Plaza de Putre
Referencia Localización: 
Plaza de Putre
Categoría: 
Monumentos Públicos
Tipología: 
  • Monolito
Fecha de Inauguración: 
01/06/2011

Este monumento a dos jóvenes detenidos desaparecidos se ubica en la Plaza de Putre. Consiste en un monolito de concreto pintado de blanco, con una placa de cobre hecha por encargo de los padres de Sergio Pantoja y Juan Peña, en conjunto con los trabajadores de la División El Teniente de Codelco, en 2001. Hacia 1974, Sergio Pantoja Rivera y Juan Peña Fuenzalida, amigos de infancia y vecinos en la ciudad de Rancagua, cumplían su servicio militar obligatorio en el Regimiento Coraceros de Viña del Mar y posteriormente en el Regimiento de Infantería Motorizado de Arica. En una campaña en el altiplano, con base en la ciudad de Putre, Sergio Pantoja comienza a manifestar su ánimo de desertar del servicio militar. Producto de un mal entendido al interior del regimiento, efectivos del Servicio de Inteligencia Militar del Ejército se constituyen en el campamento de Putre en octubre de 1974. Interrogan a todos los conscriptos, dándoles un trato degradante. Finalizada la investigación, la patrulla de la SIM se lleva a los jóvenes conscriptos Sergio Pantoja Rivera y Juan Peña Fuenzalida con dirección a la ciudad de Arica, pero jamás llegaron a ese destino. Fueron detenidos desaparecidos hasta 1999, fecha en que el juez Juan Guzmán Tapia ordenó realizar excavaciones en la ciudad de Putre, encontrándose osamentas humanas.

El Servicio Médico Legal reconoció que los restos pertenecían a los jóvenes conscriptos. El golpe de Estado de 1973 inauguró un período sin antecedentes en nuestro país. Habida cuenta de la organización popular en el seno de los partidos tradicionales de izquierda, al momento de derrocar al gobierno de la Unidad Popular, los militares de las tres ramas castrenses más las fuerzas de orden desataron una represión sistemática sobre estos sectores, caracterizada por la prisión política, la tortura, las ejecuciones y la desaparición de los cuerpos; todo esto como parte de la doctrina de seguridad nacional con que la CIA educó a las fuerzas armadas de los países latinoamericanos durante los años ’60, ’70 y ’80. Según los informes Rettig (1990) y Valech (2003 y 2010), entre los años 1973 y 1990 los agentes del Estado chileno asesinaron o hicieron desaparecer a más de 3 mil personas, y sometieron a prisión política y torturas a 40 mil. Si bien estas acciones fueron producto de una doctrina sistemática de las fuerzas armadas, hubo dos organismos legales encargados de la represión: la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), que operó entre 1973 y 1977, y la Central Nacional de Informaciones (CNI), vigente entre 1977 y 1990.