Pasaje Trénova

El Sr. Luis Trénova Guerra creó la Fábrica de Hielo Trénova y aprovecha la vecindad de los terrenos donde operaba la Braden Copper Company; al observar que Rancagua no tenía la oferta inmobiliaria con las condiciones adecuadas para alojar a la población inmigrante norteamericana, genera un proyecto urbano arquitectónico que permitió dar respuesta a la demanda de habitación con la construcción de 22 residencias, comenzando en 1910 y finalizando en 1916. Lo anterior se tradujo en un estándar de habitabilidad único en la comuna al incluir variables, tales como agua potable, alcantarillado, luz eléctrica, morfología y programa arquitectónico, disposición y precisiones ornamentales. El proyecto se conformó programáticamente como un cité, con una escuela escudada del pabellón norteamericano dentro del conjunto.
Las viviendas ubicadas en la fachada poniente norte presentan un perfil de relación entre la fachada continua y el antejardín, con una relación visual directa entre el espacio exterior y la vivienda. En la fachada oriente, entre la antigua escuela y Av. Millán, se interrumpe la fachada continua y se retranquea, formando un antejardín en todo el tramo. En ambas veredas se enfrentan las fachadas originales del proyecto y se establecen límites físicos, por lo que la arquitectura y la arborización acompañan el recorrido para reconstruir una imagen urbana preexistente. Se produce una anomalía en los lineamientos urbanos del Pasaje en el terreno de la ex Fábrica de Vidrio, con una separación de la orientación constructiva. El límite del Pasaje se conforma por el emplazamiento del canal Juan Molina, mientras que el límite norte se relaciona a la línea férrea del tren a Sewell.
El modelo arquitectónico se puede comprender como una solución única a dos escalas: La escala de barrio y conjunto, que permite que el espacio común del Pasaje sea privado, y los estándares espaciales, constructivos y decorativos, que generaron un confort único para los habitantes norteamericanos. Existe homogeneidad en los componentes arquitectónicos del polígono, reflejado en el sistema de agrupamiento, altura, volumetría y materialidad. Una de las características más destacadas es que el Pasaje poseía un sistema propio de generación eléctrica mediante bobinas. El sistema constructivo en su mayoría se estructura en base a muros sobre fundaciones de piedra y fachadas de albañilería de ladrillo, utilizándose sistemas como la albañilería de adobe y tabiquería de madera con adobillo. También se presenta estructura de madera en techumbre. La estructura es sismo-resistente en base a entramados, con buen comportamiento ante esfuerzos horizontales. Se identifican elementos formales predominantes de la corriente Neoclásica con interpretaciones autóctonas, al igual que detalles arquitectónicos de trabajo de herrerías y balaustras con madera de roble en alféizar de ventanas.
En general, el Pasaje se encuentra en un buen estado de conservación, con ciertas intervenciones de liberación de vanos, cambios de materialidad por deterioro de algunas cornisas y agregados de fachada. En general, el interior de las viviendas también mantiene la estructura original.