Pasar al contenido principal

CMN aprueba declaratoria como Monumento Histórico de cuatro fuertes del Biobío, que dieron forma a la frontera entre mapuche y españoles

CMN aprueba declaratoria como Monumento Histórico de cuatro fuertes del Biobío, que dieron forma a la frontera entre mapuche y españoles

Publicado el 24/07/2025
Fuertes Biobío
Se trata de los Fuertes Ballenar (comuna de Antuco), Talcamávida (Hualqui), Príncipe Carlos (Santa Bárbara) y Mesamávida (Los Ángeles), una iniciativa presentada por investigadores de la Universidad Católica y su Centro de Patrimonio Cultural. Los vestigios dan cuenta del amplio alcance territorial del Sistema de Fuertes y su relevancia para la historia de la Región del Biobío y del país, que fue fundamental para el establecimiento de una vida fronteriza en los territorios alrededor del río Biobío, caracterizada por acuerdos comerciales, intercambio cultural y relaciones de mestizaje.

Por unanimidad, y felicitando la profundidad de la investigación, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) decidió aprobar la solicitud de declaratoria como Monumento Nacional, en categoría de Monumento Histórico, de cuatro fortificaciones del Sistema de Fuertes del Biobío, en comunas tan distantes como Hualqui, Los Ángeles, Santa Bárbara y Antuco, lo que permite entregar una noción de lo extenso de la frontera y sus primeros asentamientos. Se trata de municipios que, salvo Los Ángeles, contarán con su primer Monumento Histórico.

A la sesión, realizada el miércoles 23 de julio en el Palacio Pereira, asistieron los alcaldes de dos de las comunas que albergan estos vestigios: Sandra Bobadilla, de Antuco, y Ricardo Fuentes, de Hualqui, así como el director regional del Servicio del Patrimonio Cultural de Biobío, Alejandro Astete, y el encargado de la Oficina Técnica Regional del CMN, Orleans Romero. También estuvieron presentes el director de Patrimonio Cultural de la Pontificia Universidad Católica, Emilio De la Cerda, y el investigador Luis Toloza, quien junto a un grupo de colegas de la UC trabajó en el expediente de declaratoria en el marco del FONDART Regional de 2018.

Las cuatro fortificaciones consideradas –actualmente sin un uso específico, situadas en contextos agropecuarios y forestales- son las de Talcamávida (1759), en la comuna de Hualqui; Mesamávida (1778), en Los Angeles; Príncipe Carlos (1788), en Santa Bárbara, y Ballenar (1788), en Antuco. Estos vestigios se suman a otros fuertes ya declarados en la región, como el de Santa Juana, Nacimiento o Tucapel, y todos ellos son parte del sistema de fuertes y plazas fortificadas de la frontera de Arauco, que estuvo en operación entre comienzos del siglo XVII y fines del siglo XIX. Sin embargo, la naturaleza de la materialidad con fueron edificados –en madera, piedra, con baluartes, fosos y puentes levadizos- hace que su estado de conservación sea muy frágil, por lo que hoy son principalmente vestigios de construcciones.

“El Consejo ha valorado que estos fuertes, que forman parte de un sistema complejo de fortificaciones, dan cuenta de un momento muy relevante de la historia de Chile. Un momento que nos invita a interpretar y a entender este sistema como un paisaje cultural, sistémico, y que es el primer paso para poner en valor una parte importante de la historia nacional, relacionada con el establecimiento material de la Frontera del Biobío entre pueblos autónomos durante siglos, y que nos ayudará a tener mucha más educación patrimonial. Felicitamos el trabajo conjunto entre el Servicio del Patrimonio, la Secretaría Técnica del Consejo, las municipalidades y la Universidad Católica por el desarrollo de este trabajo de investigación tan completo”, dijo la subsecretaria del Patrimonio Cultural y presidenta del CMN, Carolina Pérez Dattari.

Tanto la alcaldesa de Antuco como el jefe comunal de Hualqui agradecieron la decisión del Consejo y comprometieron acciones de puesta en valor para sus respectivos fuertes, conscientes de que ese patrimonio histórico, relevado adecuadamente, será un impulso para el turismo y la economía de sus zonas y para sus propias identidades. “Este es un beneficio para el país”, sentenció la alcaldesa Bobadilla. “Vamos a plantear circuitos turísticos que incluyan los fuertes”, adelantó el alcalde Fuentes.

“El sistema de fuertes del Biobío tiene varios atributos que sostienen el valor. El primero, su lógica de sistema, donde cada bien es parte de un sistema territorial que va de la cordillera al mar y a lo largo del río Biobío y sus afluentes. Lo otro es el trazado de los fuertes, que tiene su origen en la tratadística militar renacentista, donde la impronta se puede apreciar desde arriba. Y luego está su dimensión de paisaje, enlazada con caminos y con el río. Los fuertes se relacionaban con lo que entonces se llamaban reducciones indígenas y con zonas de misiones, siendo parte de ese ecosistema”, explicó Emilio De la Cerda.

Valores y atributos de los fuertes

Los valores que reconoce el CMN respecto de los fuertes apuntan a que son testimonio de un marco de relaciones interétnicas territoriales, sociales, políticas e interculturales complejo, que posibilita diversas interpretaciones contemporáneas y desmitificadas de la historia de la formación del Estado chileno. Asimismo,  son representativos del sistema de fuertes del Biobío, un todo articulado que forma parte de una estrategia militar de conquista del territorio que data desde 1560 hasta la ocupación militar del territorio mapuche por parte de la nueva República de Chile (1883), y son evidencia material de un sistema de emplazamiento que fue fundamental para el establecimiento de una vida fronteriza en los territorios alrededor del río Biobío, caracterizada por acuerdos comerciales, intercambio cultural y relaciones de mestizaje.

Junto con eso, dan cuenta de que el diseño y la construcción de los fuertes, condicionados por la geografía, el clima y la escasez de mano de obra y materiales, resultó en una adaptación única y novedosa respecto de las formas ideales de construcción europeos, lo que creó finalmente una sola unidad con el paisaje, consolidándose como paisaje cultural y punto de referencia para españoles y mapuche.

En cuanto a los atributos reconocidos de estas cuatro fortificaciones, cada uno tiene sus particularidades, y destacan, entre otras: del Fuerte Talcamávida, sus fosos que aún rodean la estructura principal y el baluarte oeste que alberga una construcción; del Fuerte Mesamávida, su foso de sentido este –oeste y restos de sus muros, así como el camino zigzagueante de acceso a la meseta en su cara norponiente; del Fuerte Príncipe Carlos, sus fosos y zanja que atraviesa de norte a sur cortando el paso del “Boquete de Villucura”, y del Fuerte Ballenar, sus muros de mampostería en piedra, el piso de las estructuras y el foso o zanja revestido en piedra que corta el paso del “Boquete de Antuco.