En 1712, el carácter minero de una parte del área del Aconcagua permite el establecimiento de un pequeño poblado regular en torno a una capilla y seis trapiches para la molienda de oro, fundándose así el pueblo de TilTil. La capilla, elemento fundacional del pueblo, es la actual Iglesia de la Merced, ícono de la arquitectura local. Si bien no existen documentos que atestigüen la fecha exacta de su edificación, ésta, sin duda corresponde a la primera mitad del siglo XVIII. Se presupone, además, que se edificó en dos etapas claramente diferenciadas en los volúmenes que la componen.