- Inmueble
- Sitios arqueológicos y paleontológicos
- Arqueológicos
La presencia del pueblo atacameño o likan antai en la zona precordillerana del desierto de Atacama se remonta al siglo VI d.c. Los vestigios de las primeras comunidades que habitaron la zona de San Pedro de Atacama, permiten afirmar que se trató de una cultura agro alfarera, dedicada al cultivo del maíz, la papa y la quínoa, además de la ganadería de auquénidos como llamas y vicuñas. Destacaron por la elaboración de fina artesanía en cerámica y telar, además del trabajo en cobre. Los atacameños se distribuyeron en distintas comunidades que siguieron un desarrollo histórico y cultural independiente, no obstante compartieron elementos culturales, principalmente el uso del idioma común, el Kunza.
En el siglo XV fueron conquistados por los incas, incorporando nuevos elementos a su cultura tradicional. Los pucará o púkara, fueron construcciones características de los atacameños, que cumplían la función de protección de las aldeas al estilo de un fuerte o fortaleza. Se edificaban con piedras y se componían de murallas con subdivisiones internas para vivienda, acopio y otras funciones. El pucará e Lasana es un ejemplo de este tipo de construcción. Se trata de un pueblo fortaleza ubicado 45 Km. al sur de Calama y 10 Km. al norte de Chiu Chiu, edificado alrededor del siglo XII. Actualmente se conservan solo restos de lo que fuera esta fortaleza de 250 metros de largo, con 110 estructuras internas que habrían correspondido a piezas y estrechos pasillos. Estos restos arqueológicos fueron declarados Monumento Nacional en 1982 por constituir un testimonio clave en el desarrollo y la evolución de las comunidades indígenas en la región de Antofagasta.