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Desde la Independencia de Chile, que la ocupación territorial y el ejercicio de la soberanía fue una prioridad para los diferentes gobiernos durante el siglo XIX. Sin embargo, nunca se concedió gran importancia a la ocupación y posesión del Estrecho de Magallanes hasta ya avanzado el siglo XX. Bernardo O ´Higgins creyó importante tomar posesión del Estrecho y lo consignó en la Constitución de 1922. Luego, en 1843, el General Manuel Bulnes ordenó una expedición para instalar una población en Magallanes. En esos años, la navegación a vapor hacía viable al Estrecho como ruta entre el Atlántico y el Pacífico en desmedro del Cabo de Hornos.
Paralelamente, el incremento de las expediciones científicas extranjeras indicaban que la zona era un importante foco de atracción internacional. Y, por último, una década antes Inglaterra se había tomado las Islas Falkland (o Malvinas) y era lógico prevenir algo similar por parte de cualquier potencia extranjera. La misión de ocupación le fue encomendada al capitán John Williams, quien a bordo de la goleta Ancud tomó posesión del Estrecho de Magallanes a nombre del Gobierno de Chile. Luego, en 1873, la Armada de Chile llegó al territorio austral para realizar actividades de apoyo y abastecimiento a colonos. Sin embargo, se tuvo que esperar hasta el segundo mandato de Carlos Ibáñez del Campo para impulsar y consolidar la presencia y soberanía chilena al sur del canal Beagle hasta el cabo de Hornos, tarea también encomendada a la Armada de Chile. El contraalmirante Donald Mac Intyre Griffiths ordenó la fundación del primer centro habitacional en Puerto Luisa, el sitio más apropiado ya que se encontraba equidistante de Puerto Navarino y Puerto Toro.
Tres años más tarde a este lugar se le daría el nombre de Puerto Williams. La Casa Naval Nº 1, primera vivienda del asentamiento, se construye en el mismo año 1953, en tanto el inmueble correspondiente a la Comandancia del Distrito Naval del Beagle se erige al año siguiente. La Casa Nº 1 es la única que se preserva de un conjunto originalmente de cuatro viviendas similares. Ambas son las únicas construcciones de Puerto Williams de esa data que mantienen sus condiciones originales tanto de emplazamiento como de materialidad. El principal valor patrimonial de estos inmuebles, radica en ser los más antiguos testimonios de la fundación de Puerto Williams que se han preservado hasta hoy. Ambos, poseen un alto valor fundacional e histórico, como testimonios excepcionales de las políticas estatales sobre la ocupación austral y soberanía nacional de estos territorios.