- Mueble
- Piezas rodantes ferroviarias
Durante el siglo XIX el ferrocarril fue uno de los principales símbolos del desarrollo económico y de la naciente integración internacional. Las líneas férreas eran entonces el principal adelanto tecnológico que permitía recorrer grandes distancias en poco tiempo, acercando ciudades, transportando pasajeros y llevando carga desde los centros productivos hasta los puertos.
Desde entonces, numerosas localidades comenzaron a gozar o a demandar de sus servicios. Precisamente esto último fue lo que hicieron los habitantes del Cajón del Maipo, quienes reclamaron para su comunidad la llegada del ferrocarril. Su demanda se centraba en mejorar las condiciones de traslado de sus materiales, pues se dedicaban principalmente a la minería, la agricultura y la construcción y los senderos ya no eran suficientes y las mulas de carga que utilizaban no tenían relación con lo que sucedía en otras ciudades y poblados del país, donde el tren se erigía como símbolo de modernidad.
Como respuesta, y para incentivar el desarrollo económico del Cajón del Maipo, en 1905 se planificó la construcción del Ferrocarril Militar con el objeto de favorecer la venta de los productos en la capital y unir la ciudad de este a oeste. El trazado de las vías entre Puente Alto y El Volcán se realizó de 1906 a 1914 y la compra de las máquinas rodantes se inició en 1908. El pequeño ferrocarril consistía en la Locomotora a Vapor marca Arthur Koppel, su carro Tender y un coche de pasajeros de segunda clase, conocido como Coche Comedor.
El Estado entregó la administración del Ferrocarril y un inventario de sus materiales al Batallón de Ferrocarrileros, dejando su explotación a cargo del Comandante de dicha Compañía, siendo los militares quienes estarían a cargo de su funcionamiento, administración y reparaciones. Su función fue procurar la instrucción práctica del personal militar, además de la protección estratégica de los pasos cordilleranos. De esta manera, éste fue el único ferrocarril fiscal bajo la administración del Ejército de Chile, el que debía generar ganancias suficientes para financiar su servicio, lo que en las primeras décadas se logró. La situación decayó con el tiempo, pero fue relativamente exitosa en comparación con otros ramales.
El recorrido del tren se iniciaba en el mismo Regimiento, para combinar en la Estación de Puente Alto (ubicada en la actual esquina de Eyzaguirre con Concha y Toro) con el Ferrocarril del Llano del Maipo. Su trazado se internaba hacia la Cordillera, por la ribera norte del río Maipo, pasando por las estaciones La Obra, El Canelo, El Manzano, San José de Maipo, El Melocotón, San Alfonso, San Gabriel, El Romeral y El Volcán.
El Ferrocarril Militar se mantuvo activo hasta la década de 1980, fecha en que dejó de funcionar por razones económicas. Su conservación como patrimonio histórico es hoy un símbolo de la identidad provocada por este ferrocarril, tanto para el Ejército como para las comunidades del Cajón del Maipo.
REFERENCIAS:
Decreto 278 (2009)
http://www.monumentos.cl/catalogo/625/articles-36714_documento.pdf
Victoria Pincetti, Hacia un lugar en la Cordillera. Ferrocarril Militar de Puente Alto a El Volcán.
http://www.dedaldeoro.cl/ed31-tren-lugarcordillera_puente_volcan.htm
Historia del FC de Puente Alto a El Volcán
Escrito por Ernesto Vargas.
http://www.amigosdeltren.cl/historia-del-fc-de-puente-alto-a-el-volcan