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A la altura del kilómetro 22 del ramal que une Parral y Cauquenes, en la VII Región del Maule, se erige este puente ferroviario inaugurado en marzo de 1896, encargado por Decreto Supremo del Gobierno de José Manuel Balmaceda en 1889 con el fin de optimizar la integración productiva en la Zona Central del país. La construcción del puente, de 135 metros de longitud, estuvo a cargo del ingeniero francés Máximo Dorlhiac Merlet. Los trabajos de edificación comenzaron en 1890 y finalizaron cuatro años más tarde, en 1894. Sin embargo, solo a comienzos de 1896 comenzaría su utilización formal tras la inauguración del ramal completo.
En lo particular, la estructura del puente constituye un importante exponente de la arquitectura metálica realizada en Chile a finales del siglo XIX y principios del XX, con claras influencias francesas de la época. De hecho, Dorlhiac reconoce la influencia de Gustav Eiffel en su producción, la que se traduce en la utilización de formas estructurales propias de su estilo como la viga armada, basada en la indeformabilidad del triángulo. En términos formales, el puente se sostiene sobre dos estribos de piedra granítica explotada en los cerros locales y labradas en canterías de Talca y San Fernando quienes realizaron un trabajo de redondeamiento y homologación de forma. Para la construcción, las piedras fueron unidas con cemento tratando de provocar la mayor adherencia posible, a fin de evitar daños a raíz de las crecidas e inundaciones del río, lo que se logró con éxito. Las vigas metálicas de la construcción fueron diseñadas por Dorlhiac y construídas en las maestranzas de Valparaíso. Decidido a experimentar con el arco, el ingeniero francés decidió instalar una gran columna en medio del cause que sostuviera el encuentro de los estribos.
El tren Parral-Cauquenes dejó de circular en 1974 y con ello el puente perdió su utilidad principal. Sin embargo, en el año 2000, y apelando a su condición de muestra eximia de la ingeniería metálica del país, y siendo parte además del conjunto de obras públicas construídas a instancias del Gobierno de Balmaceda, es que el Puente ferroviario de Perquilauquén es declarado Monumento Histórico, con la finalidad de protegerlo y conservarlo. En la actualidad, su administración, conservación, y eventuales usos, se encuentran a cargo de la Empresa de Ferrocarriles del Estado.
