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Iglesia San Francisco de Ancud

Localización: 
Los Lagos, Chiloé, Ancud
Categoría: 
Monumentos Históricos
Tipología: 
  • Inmueble
  • Equipamiento
  • Religioso / Ceremonial

La Iglesia San Francisco de Ancud corresponde a la llamada Escuela Chilota de Arquitectura Religiosa en Madera y ostenta valores y atributos similares a los de las iglesias inscritas en la serie declarada Sitio del Patrimonio Mundial. Su declaración como Monumento Histórico cuenta con un amplio apoyo de organizaciones comunitarias e instituciones locales, así como de diversos actores relevantes de la provincia de Chiloé.

Se emplaza sobre un lomaje importante, desde el cual domina visualmente gran parte de la ciudad. La rodean construcciones de uno y dos pisos, en una zona totalmente urbanizada, y junto a un establecimiento educacional de mediana escala.

Ancud fue fundada en 1768 como la Villa y Fuerte San Carlos de Chiloé, asentamiento estratégico para la defensa militar del archipiélago. La Iglesia, parte del Convento Franciscano de Ancud, se empezó a construir en 1845. Sin embargo, a raíz de un incendio en la obra, la Iglesia tuvo que reconstruirse, inaugurándose finalmente en 1851. En 1925 un nuevo incendio destruyó tanto la Iglesia como el convento; entre ese año y 1933 se construyó la Iglesia actual, que luego del terremoto de 1960 pasó a ser Sede Episcopal, al destruirse la Catedral.

Como en las otras iglesias de la Escuela Chilota, se puede diferenciar en el edificio de la Iglesia San Francisco de Ancud un volumen vertical, compuesto por el pórtico y torre, al que precede la explanada, espacio público amplio y llano desde el cual se tiene dominio visual de la bahía de Ancud. Hacia atrás y de modo horizontal, un volumen hermético a dos aguas incorpora un volumen transversal, generando así una planta en cruz latina. Fue construida en maderas nativas labradas y de grandes escuadrías con sistema constructivo en base a ensambles. Los revestimientos exteriores son tejuelas de alerce y planchas de zinc ondulado en la cubierta. Interiormente se reviste con maderas nativas blandas. Las fundaciones originales de piedra cancagua comparten lugar con poyos de hormigón. Entre sus imágenes religiosas destaca un crucifijo policromado de la Escuela Hispano-Chilota de Imaginería.