Por primera vez después de cuatro años, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) sesionó fuera de Santiago. Específicamente a la Casa de la Cultura de Rancagua, donde realizó una sesión extraordinaria para analizar dos temas relacionados con la Región de O’Higgins: la solicitud de declaratoria como Monumento Nacional, en la categoría de Zona Típica o Pintoresca, del pasaje Trénova de Rancagua, y el Plan de Manejo y Normas de Intervención del Campamento Sewell, Zona Típica o Pintoresca y Sitio del Patrimonio Mundial, ubicado en la comuna de Machalí. Ambos fueron aprobados por unanimidad.
A esta sesión asistieron, en parte presencial y en parte vía telemática, los consejeros y consejeras encabezadas por la subsecretaria del Patrimonio Cultural y presidenta del CMN, Carolina Pérez, así como el dueño de casa, el alcalde de Rancagua, Juan Ramón Godoy, quien junto a su equipo facilitó las instalaciones para el desarrollo del encuentro. También concurrieron la Seremi de las Culturas, Flor Ilic, y la Directora Regional del Servicio del Patrimonio, Leslie Araya.
“Queremos agradecer a la comunidad, al alcalde, pero sobre todo a los vecinos, que nos han regalado un precioso relato de este pasaje, que es memoria viva de la ciudad de Rancagua y la región y que han logrado proteger con decisión y persistencia. Sesiones como esta, con la comunidad, en sus territorios, nos recuerdan la importancia de tener normativas para proteger nuestro patrimonio, nuestra identidad y nuestra diversidad, y nos pone muy contentos desde el CMN poder ser parte de este proceso de protección patrimonial”, dijo la subsecretaria.
Previamente, en horas de la mañana, la visita comenzó en el propio pasaje Trénova, cuyos vecinos organizados en un Comité de Adelanto –y apoyados por el municipio- han impulsado la solicitud de declaratoria. Encabezados por Viviana Hernández, los residentes contaron que su esfuerzo partió defendiendo las casas de la expropiación. “Pero al mismo tiempo nos fuimos dando cuenta del valor patrimonial que tienen y la historia que conlleva el barrio. Y empezamos a sentir la importancia del terreno que estamos pisando. Por eso es tan importante para nosotros esta declaratoria”, dijo, mientras presentaban el caso en la sesión.
El pasaje Trénova (hoy calle San Martín) fue construido a comienzos del siglo XX, con viviendas de fachada continua y grandes dimensiones, fundaciones de piedra, albañilería de ladrillo, adobe y tabiquería de madera con adobillo, que se mantiene prácticamente inalterado. Las primeras 22 casas se dirigieron, inicialmente, a dar residencia a profesionales norteamericanos inmigrantes que fueron parte del proceso del desarrollo industrial de la naciente Empresa “Braden Copper Company”, que se formó para explotar la mina de cobre “El Teniente”.
Además de ser viviendas centenarias, constituyen un barrio que fue un enclave único. Un cité moderno diseñado para norteamericanos, cercano al canal San Pedro, que le permitió contar con electricidad y alumbrado público 20 años antes que el resto de la ciudad, muy cerca de la estación del ferrocarril y del tren a Sewell. Era un estilo arquitectónico y de vida inédito para la ciudad, porque los patios traseros estaban todos unidos, a modo de un gran parque, que desembocaba en la escuela para los niños norteamericanos que también se había incluido en esta verdadera operación inmobiliaria.
Los consejeros aprobaron por unanimidad la solicitud de declaratoria como Zona Típica, decisión que fue recibida con aplausos entusiastas de los vecinos, encabezados por Luis Trénova, descendiente directo del fundador de este centenario pasaje.
Plan de Manejo de Sewell
En cuanto al Plan de Manejo y Normas de Intervención del Campamento Sewell, Zona Típica desde 1998 y Sitio del Patrimonio Mundial desde 2006, el documento –trabajado en detalle por la Fundación Sewell en colaboración con el Centro Nacional de Sitios de Patrimonio Mundial y la Oficina Técnica Regional del CMN- constituye un instrumento de planificación y gestión, que define las bases para la conservación y gestión del bien, teniendo en cuenta tanto su Valor Universal Excepcional como su desarrollo y futura sostenibilidad. Así, fija las normas sobre qué y cómo hacer las intervenciones, dónde es posible, cuánto cuesta y cómo se financia, y cómo se evalúa lo realizado, siempre contando con la autorización previa del CMN.
El Campamento Minero Sewell, un asentamiento urbano, minero e industrial, está emplazado en la ladera del Cerro Negro, en plena Cordillera de los Andes, a una altura de entre 2.200 y 2.500 metros sobre el nivel del mar. Construido a contar de 1905, tras la autorización del Estado a la empresa estadounidense” Braden Copper Company” para que se encargara de explotar el yacimiento de cobre "El Teniente", representa una solución urbana, técnica y plástica de especial creatividad en el marco de su contexto geográfico, donde la localización de los edificios está condicionada por la topografía del terreno; y las vías de tránsito interno son exclusivamente peatonales: senderos y escaleras. De hecho se la conocía como la “ciudad de las escaleras”.
Con 63 edificios industriales, 27 de uso doméstico y 12 mil m2 de espacios públicos, en Sewell coexistieron en un mismo y aislado lugar, el trabajo, la vivienda, los servicios y la recreación, con un gran sentido de pertenencia en la comunidad.
El Plan de Manejo y las Normas de Intervención fueron también aprobadas por unanimidad. Para ambos se solicitará a la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio la dictación de los respectivos decretos.
