El centenario edificio que alberga al Servicio Médico Legal (SML), en la comuna de Independencia, es uno de los inmuebles más reconocibles de la Región Metropolitana y el país. Con su fachada de art-déco, y una moderna construcción en hormigón armado, ha recibido a cientos de miles de deudos que acuden a retirar los cuerpos de sus seres queridos, que han requerido de una pericia forense. Incluidas las víctimas de la dictadura militar y el trabajo de identificación de sus restos.
Considerando estos antecedentes, y por unanimidad, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) acordó en su sesión del 25 de septiembre acoger la solicitud de declaratoria como Monumento Nacional, en categoría de Monumento Histórico, al edificio que alberga al Servicio Médico Legal, y todas sus instalaciones, ubicado en la comuna de Independencia.
La petición de declaratoria fue presentada en 2021 por la académica de la Universidad de Chile, doctora en Arquitectura Alicia Campos, y la arquitecta Natalia Valencia, y cuenta con el respaldo tanto de la anterior como de la actual dirección del SML, los doctores Gabriel Zamora y Marisol Pardo, respectivamente.
“Es un edificio de características arquitectónicas maravillosas, un patrimonio de la Región Metropolitana y de todo el país, y así lo refleja la votación unánime de los consejeros. Es un edificio con historia, desde el inicio de la medicina forense en Chile y cuya declaratoria fue impulsada por funcionarios y funcionarias del SML y por la Universidad de Chile. Agradecemos profundamente todo el trabajo que se hizo para la elaboración del expediente, una labor colaborativa para poner en valor un edificio que es parte de nuestra historia”, dijo la subsecretaria del Patrimonio Cultural y presidenta del CMN, Carolina Pérez Dattari.
El edificio del SML se encuentra al norte del río Mapocho, en el sector conocido como “La Chimba”, zona que, desde la instalación del Cementerio General, fue consolidando una clara impronta sanitaria. Su arquitectura tiene dos momentos, pues los dos primeros pabellones, construidos entre 1915 y 1926, tienen características neoclásicas más tradicionales. Por su parte, el pabellón de administración, finalizado en 1930, y el cual constituye la fachada principal del edificio, tiene una expresión formal art-déco más cercana al racionalismo.
La secretaria ejecutiva del SML, Francisca Silva, presente en la sesión, comentó que “para nosotros es emocionante que este edificio sea reconocido dentro de la historia del país, pues tiene mucho que contar desde el patrimonio material e inmaterial”, mientras que la doctora en Arquitectura Alicia Campos explicó que “dentro de los enfoques que se desarrollaron para la declaratoria está la historicidad del edificio, que ya es centenario, y sus valores urbanos, al estar dentro de un sector que fácilmente puede ser considerado el primer polo sanitario de la ciudad de Santiago”.
Construido entre 1915 y 1930, la nueva Morgue de Santiago se inscribe dentro de los imperativos sanitarios, científicos y tecnológicos fundamentales para mantener convertirse en un establecimiento a favor de la ciencia y la ley, y no un mero depósito de cadáveres. Así, se destaca la institucionalización de la labor médico forense a nivel nacional, centralizándolo en este organismo.
En 1926 se inauguraron las primeras dos secciones del edificio del SML, correspondientes a los pabellones de autopsias y refrigeración de cadáveres.
Dentro de los atributos a reconocer, están los pabellones de autopsias y tanatología; el de administración, caracterizado por su juego volumétrico en fachada; el hall central, con escalera de mármol con tragaluz superior; el anfiteatro de autopsias, con gradas perimetrales, y la ornamentación Art-Déco, entre otros.
Rol del SML durante la dictadura y retorno a la democracia
En el contexto de las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, estas no terminaban solo con la muerte de las personas detenidas: también se incluyeron vulneraciones y omisiones dentro de los procesos póstumos a los decesos de los detenidos. Un periodo marcado por la negación de manera sistemática al hecho de la detención, tortura e inhumación a las familias de los desaparecidos.
La historia y labor del Servicio Médico Legal refleja algunos de los procesos históricos más importantes de la historia reciente del país. Las fotografías que muestran en su fachada a familiares de víctimas de la persecución, represión, asesinato y desaparición por parte del Estado, en el período 1973-1990, han quedado inscritas en la memoria de la sociedad como un testimonio de la violación de DD.HH.
Desde la década de 1990, su actividad pericial materializa una voluntad por perfeccionar la práctica médico-forense para contribuir en los procesos judiciales vinculados a la búsqueda de verdad, justicia y reparación. Actualmente cuenta con espacios destinados especialmente al esclarecimiento de situaciones de vulneración de DD.HH. perpetradas durante la dictadura.