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CMN aprobó solicitud de declaratoria de Teatro Oriente de Providencia como Monumento Histórico

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Se trata de una de las construcciones características del modelo ciudad-jardín promovido en el sector oriente, otorgándole una jerarquía e impronta única dentro de su contexto inmediato y donde se convirtió en parte de un circuito de desarrollo artístico y cultural.

Jueves, 9 Julio, 2020

El Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), en su sesión plenaria del miércoles 24 de junio, decidió aprobar la solicitud de declaratoria del Teatro Oriente de la comuna de Providencia como Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico, dados sus valores y atributos arquitectónicos, urbanos y culturales. Tras esta aprobación, el CMN solicitará a la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés, la dictación del decreto respectivo.

El Teatro Oriente es propiedad del Instituto de Previsión Social (IPS), que en 2014 lo entregó en comodato a la Municipalidad de Providencia.

Construido entre 1930 y 1935, y debido a la importante expansión que vivía Santiago, junto con un crecimiento urbano que fue impulsado por gobiernos que apuntaban a la modernización del país y bienestar de sus habitantes a través de la cultura, el Teatro Oriente –instalado en el sector a partir del cual se desarrollan las comunas de Providencia y Ñuñoa- se transformó en un centro sociocultural relevante para los pobladores de clase media y alta que comenzaron a llegar a la zona. En su emplazamiento, se constituye como una de las construcciones características del modelo ciudad-jardín promovido en este sector, loteado durante la primera mitad del siglo XX, otorgándole una jerarquía e impronta única dentro de su contexto inmediato.

El Teatro Oriente, denominado originalmente como Teatro Olympo, consideró en su construcción el modelo “cinepalacio” proveniente de los modelos internacionales que se estaban desarrollando, que contemplaban una fastuosa sala e impronta en su emplazamiento. Esta pasó a formar parte de las cerca de 250 salas de cine que se construyeron en el país para entonces. Junto al Teatro Marconi (actual Nescafé de Las Artes) y al Teatro Baquedano -que tuvo una gran relevancia entre las décadas de 1930 y 1960 por la cantidad de espectáculos que exhibía-, el Teatro Oriente fue de los primeros teatros/cines de la capital que buscaban acercar el desarrollo cultural a los habitantes, y debutó el 17 de septiembre de 1935 con la comedia musical “Folies Bergerie” de París.

Diseñado por los arquitectos Carlos Cruz Eyzaguirre y Escipión Munizaga Suárez, es representativo de un período de transición entre la arquitectura neoclásica y otra más austera, donde destaca el diseño de sus plantas trabajado a través de la geometría, simetría y simplicidad, además de la forma y composición de sus fachadas. Corresponde a una construcción con un sistema de agrupamiento aislado, en sistema constructivo de hormigón armado, con una volumetría que se inserta en un contexto de escala proporcionada, con elementos como la marquesina y el efecto curvo de su fachada que lo destacan dentro de su entorno.

Hacia el sector sur del teatro, en 1946 se habilitó la cafetería “Villareal”, a fin de complementar el programa de esparcimiento del teatro. Esta cafetería, que permite la conexión entre Pedro de Valdivia y Orrego Luco, cuenta en su interior con la obra “Rincón de las Maravillas”, frescos de la artista Cuca Burchard, en los cuales se destaca el colorido de sus dibujos.

Con la llegada de la televisión y la crisis económica de 1970, el mercado cinematográfico decayó, produciendo una baja en el número de espectáculos, aunque el Teatro Oriente logró mantenerse vigente debido a su entorno ligado a la actividad de esparcimiento como parques y restaurantes. En 1980, pasó a manos del Instituto de Previsión Social, que en 2014 lo entregó en comodato al municipio de Providencia para su administración.

En enero de 2014 se creó la Fundación Cultural de Providencia, institución sin fines de lucro que depende del municipio y a partir de entonces la encargada de llevar a cabo la gestión, promoción y difusión del arte y la cultura en la comuna, comenzando en 2015 una iniciativa para su recuperación que permitió reabrir el Teatro en 2016, luego de los daños sufridos por el terremoto del 2010.