En 1980, el poeta Nicanor Parra escogió Las Cruces como lugar de residencia. No solo por formar parte del litoral de los poetas, sino por ser un lugar de excepcional belleza, que alrededor del año 1925 ya tenía dos barrios: Vaticano en el norte y Quirinal en el sur, con una arquitectura particular que destaca por el “Stick style” de la escuela norteamericana y plasmada por los arquitectos Smith Solar y Hernández. Uno de esos inmuebles, la Casa Labbé, es Monumento Histórico.
Por sus valores históricos y sociales, urbanos, arquitectónicos y ambientales, los barrios Vaticano y Quirinal –con sus 45 hectáreas y 214 inmuebles- fueron declarados Zona Típica en 2015. Y hoy, tras un trabajo que se extendió por casi 2 años, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), en sesión extraordinaria del miércoles 7 de agosto, resolvió aprobar las Normas de Intervención en estos sectores del balneario de Las Cruces, comuna de El Tabo, Región de Valparaíso.
Las normas fueron desarrolladas en un trabajo conjunto y colaborativo en que participaron la Secretaría Técnica del CMN, la Municipalidad de El Tabo y vecinos de ambos barrios. El instrumento normativo será entregado a la Municipalidad para que sea incorporado en su plan regulador y busca conservar y preservar el carácter ambiental del área protegida, respetando la importancia de la imagen urbana y el valor paisajístico, dado por sus edificaciones, su vegetación y principalmente sus vistas.
“Este instrumento fue co-construido con los vecinos, en múltiples instancias de participación, para levantar estas directrices claras y conocidas por todos, de manera colaborativa y transversal, que es justamente lo que le entrega su mayor valor. Creemos firmemente en el trabajo colaborativo y participativo, de modo de llegar a las normas que facilitarán la ejecución de distintos proyectos con mayores certezas”, explicó el secretario técnico del CMN, Erwin Brevis.
Dentro de los atributos a resguardar están las pendientes de El Quirinal, la quebrada La Hoyada, la conexión visual entre la Playa Chica y la Quebrada, la geografía del lugar que permite tener distintos puntos de visión, la vegetación alta y jardines al interior de las viviendas, y las tipologías arquitectónicas.
Los lineamientos generales consideran la volumetría de los inmuebles, la composición y color de fachada y techumbre, los cierros las ampliaciones y las obras nuevas. De este modo, por ejemplo, para edificaciones actuales o nuevas se debe mantener la condición aislada de las viviendas, con altura acorde a la predominante del entorno inmediato, no bloquear las vistas hacia el borde costero y mantener una proporción de vegetación mayor a la de construcción.
Para las fachadas, además, se incluye el uso de piedra canteada para los zócalos y privilegiar el uso de madera en puertas y ventanas, así como utilizar una gama de colores pasteles o tonos de colores presentes en la zona, con un máximo de dos. Las casas deben ser de albañilería confinada, hormigón armado o tabiquería estructural de madera y los revestimientos en muros exteriores con estuco liso, entablado de madera o piedra canteada (no cerámicos, estuco tipo granito, siding de PVC, fibrocemento, muro cortina o superficies reflectantes).
Para los cierros se privilegia, dependiendo del sector, el porcentaje de trasparencia y que no afecte las vistas, con materiales como madera o reja de fierro fundido, con zócalo de piedra sin pintar o reja de madera permeable con vegetación.
Durante la sesión se aprobaron, además, las Normas de Intervención para las Zonas Típicas de Frutillar Bajo, en la Región de Los Lagos, y Calle Baquedano y Plaza Prat, en la ciudad de Iquique.