El Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) aprobó, por unanimidad, la solicitud de declaratoria como Monumento Nacional, en la categoría de Monumento Histórico, del Teatro Manuel Rodríguez, ubicado en el corazón del barrio República, en la comuna de Santiago. Los consejeros, en su sesión del 26 de abril de 2023, destacaron los valores históricos, arquitectónicos y sociales del monumental edificio, y acordaron solicitar al ministro de las Culturas, las Artes y el Patrimonio la dictación del decreto respectivo.
La solicitud fue realizada en febrero de 2019 por el presidente del Comité de Patrimonio y Cultura del Barrio República, Patricio Navarro, y el presidente de la Junta de Vecinos del Barrio República, Juan Carlos Arancibia, y posteriormente recibió el apoyo de la Universidad de Los Lagos, el Museo de la Solidaridad Salvador Allende, la Asociación Chilena de Barrios y Zonas Patrimoniales, y la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler.
“Este es un bien que es parte integrante de la comunidad, y son los propios vecinos quienes piden su protección. El Consejo valoró el rol protagónico y valioso que tiene en el barrio, pues forma parte de un área de encuentro comunitario y constituye un símbolo de la identidad local, marcada por su carácter eminentemente urbano y barrial. Esto, por cierto, además de ser un hito en términos históricos, arquitectónicos, urbanos y sociales”, dijo la subsecretaria del Patrimonio Cultural y presidenta del CMN, Carolina Pérez Dattari.
El inmueble fue diseñado y construido entre 1939 y 1941 por Eduardo Valdés Freire, arquitecto que también estuvo a cargo de la edificación de otros recintos de la época, como el Teatro Santa Lucía y el Teatro Rex de Viña del Mar. Ubicado en la esquina de las calles Grajales y Club Hípico, justo frente a la plaza Manuel Rodríguez, se inserta en una red patrimonial conformada por numerosas edificaciones de gran diversidad y alto valor histórico y arquitectónico.
Con una capacidad para recibir un alto número de espectadores, con más de 1.500 asientos, entre las décadas de 1940 y 1970 se reprodujeron de manera permanente funciones de cine y obras de teatro, lo que significó una oferta cultural asequible para un público masivo, constituido esencialmente por clases medias y populares. “Así, el Teatro Manuel Rodríguez constituye un testimonio material de la democratización de la cultura de masas en el Chile de mediados del siglo XX”, consideraron los consejeros.
En términos arquitectónicos, el edificio de 20 metros de altura representa un momento intermedio entre el art déco y los inicios del movimiento moderno, lo que se refleja a través de su materialidad, espacialidad y decoración. A su vez, el inmueble constituye un tipo arquitectónico con características particulares, siendo un híbrido entre la tipología del “cine-palacio” y del “cine-esquina”. A partir de eso, se configura una distribución que privilegia la continuidad y amplitud de la escena, así como una integración con el espacio público que contribuyó a hacer del cine y del teatro una práctica social y colectiva.
