Desde comienzos de 2022, el Consejo de Monumentos Nacionales ha recibido una serie de denuncias por robos y daños en el Monumento Histórico “Casco histórico del Cementerio General”, ubicado en la comuna de Recoleta, Región Metropolitana. Por eso, la Comisión de Patrimonio Histórico, en su sesión del 12 de abril, acordó realizar las denuncias por hechos que podrían ser constitutivos de delito de daño a Monumento Nacional, remitir los antecedentes al Consejo de Defensa del Estado y solicitarle ejercer las acciones judiciales que se estimen pertinentes. Esto se materializará en los próximos días.
El primero de esta seguidilla de robos fue el 12 de enero y afectó a un mausoleo particular desde donde fueron sustraídos elementos de bronce y se registraron daños en la puerta y en el vitral. En el segundo, el 21 de marzo, en el Mausoleo de Agustín Edwards, también hubo robo de elementos de bronce, en específico todas las manillas y una de las puertas que conduce a la bóveda. El tercero fue el 28 de marzo, y afectó al Mausoleo del Presidente Carlos Ibáñez del Campo, desde fue extraída una obra en bronce llamada La cabeza de Medusa.
El último ocurrió el 19 de abril y afectó al Monumento Público situado en la plazoleta que enfrenta a la entrada principal del recinto y que fue erigido en memoria de las más de dos mil víctimas del incendio de la Iglesia de la Compañía, ocurrido el 8 de diciembre de 1863. Se trata de un conjunto escultórico, encargado al escultor francés Albert-Ernest Carrier-Belleuse, y cuya fundición sería ejecutada por la famosa casa parisina Val D’Osne. Bautizada como “Víctimas” o “Al Dolor”, aunque popularmente se le llamó “La Dolorosa”, está constituida de una base y una columna con una figura central, sobre la columna, que representa una virgen que extiende sus brazos hacia el infinito, clamando piedad. Sus pies están rodeados de bucles, alusivos a las llamas. En la base, cuatro ángeles con expresiones de dolor se lamentan en posiciones terribles, sufriendo por la tragedia. Uno de ellos es el que fue sustraído por al menos tres sujetos.
Una placa –también robada a comienzos de año- rezaba lo siguiente: “A la memoria de las víctimas inmoladas por el fuego el VIII de Diciembre de MDCCCLXIII. El amor y el duelo inextinguibles del pueblo de Santiago. Diciembre VIII de MDCCCLXXIII”.
“Estos hechos representan la mayor gravedad pues significa un severo empobrecimiento del patrimonio de este sitio, que no solo tiene valor artístico e histórico, sino también monetario por la nobleza de los materiales, como es el caso del bronce que es el que ha sido objeto de sustracciones en el último tiempo. Por ello es que ya estamos trabajando en los informes técnicos que darán sustento a la denuncia ante la Fiscalía. Dada la importancia nacional de este patrimonio es que estamos trabajando con la administración del Cementerio general en tres áreas: capacitación al personal en patrimonio cultural y legislación vigente; actualización del Plan de Manejo, donde se aborda –entre muchos otros aspectos- en específico el robo de esculturas de mármol, y a lo que se incluirá acciones para impedir el robo de elementos de bronce, y coordinación inmediata entre el CMN, el Cementerio y la Bidema”, explicó el secretario técnico del CMN, Erwin Brevis.
