Una delicada selección de objetos, imágenes y documentos, que nos permiten ver a través de los ojos de quien fuera uno de los personajes más significativos de la segunda mitad del siglo XX, es lo que incluye la muestra “Resplandor del Fuego. Roberto Montandon”, que el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) inauguró hoy en el Palacio Pereira y que estará abierta a todo público hasta septiembre.
El objetivo de la exhibición -cuya curatoria está a cargo de Gonzalo Leiva- es presentar la labor desarrollada por Roberto Montandon Paillard en torno a Chile y el patrimonio cultural, y comprender uno de los esfuerzos más significativos por identificar, documentar, proteger y poner en valor el patrimonio cultural de nuestro extenso territorio. Algunos de los elementos exhibidos forman parte de las colecciones del Centro de Documentación del CMN, entidad dependiente del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, que recibió la obra y el archivo personal de Montandon como donación, tanto del autor como de su familia, tras su deceso en 2003.
“Como Consejo de Monumentos Nacionales, fuimos afortunados de que este suizo avecindado y enamorado de Chile, fuera parte de nuestra institución por casi 50 años. Como una forma de honrar su memoria, nuestro Centro de Documentación lleva su nombre. En tan larga trayectoria como consejero, fue acumulando fotografías, libros, manuscritos, objetos y documentos que, generosamente, fueron legados al Consejo. Y no es poco: más de 14 mil fotografías, 3 mil documentos y más de 500 libros conforman hoy la Colección Montandon, lo que constituye una fuente documental de alto valor para el conocimiento, el estudio y la valoración del patrimonio”, dijo el secretario técnico del CMN, Erwin Brevis.
A lo largo de su trayectoria profesional, Montandon formuló una visión sobre el patrimonio cultural gracias a sus numerosos viajes dentro y fuera del país –donde registró las expresiones y tradiciones de cada comunidad– y a su contacto permanente con expertos mundiales en conservación patrimonial. A través de su obra repasa la arquitectura, la antropología, los paisajes, la vida cotidiana y los oficios. Además, consiguió representar el vasto paisaje cultural que ofrece nuestra geografía. De mar a cordillera y de norte a sur, retrató los sitios del territorio nacional y a sus habitantes, por quienes sintió una profunda admiración en tanto cultores y herederos de un legado ancestral diverso en expresiones.
