Chile cuenta con un rico patrimonio arqueológico. En todo el territorio nacional existen vestigios que dan cuenta desde los primeros asentamientos humanos hasta huellas relativamente recientes que revelan la actividad humana a través de los siglos. Pero esos bienes culturales no cuentan aún con un registro oficial, que permita conocer la diversidad, amplitud, localización y cualidades de dicho patrimonio. Incluso, la falta de información fidedigna ha puesto en riesgo su adecuada conservación y manejo, y hasta ha posibilitado, en muchos casos, su destrucción por desconocimiento.
Por eso, desde noviembre de 2020, el Área de Patrimonio Arqueológico del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) comenzará oficialmente a ingresar sitios al Registro Nacional de Sitios Arqueológicos, que será publicado como expresión cartográfica gracias al uso de las plataformas del Sistema de Información Geográfica con las que cuenta el CMN a través del Área de Territorio. La publicación se realizará en cuanto haya una información base consolidada y óptima.
El Registro se estructurará secuencialmente, partiendo por la captura de datos -que incluye la búsqueda, revisión y selección de sitios arqueológicos basado en diversas fuentes documentales-; el registro de datos, es decir, la incorporación al Registro de Monumentos (Regmon); la validación del registro, que contempla la revisión respecto de la identificación y descripción del sitio ingresado, así como su ubicación espacial, y la georreferenciación, que será la representación cartográfica del sitio arqueológico
Para este propósito, se ha planteado que el Registro sea de carácter colaborativo, de modo que arqueólogos, organizaciones o profesionales afines puedan aportar con información para que el Registro sea lo más completo posible, y se encuentre siempre actualizado.
Por consiguiente, se ha implementado una nueva Planilla de Registro de Sitios, en la cual se establecieron las distintas variables que van a contener los sitios arqueológicos a ingresar en el Registro. Dichas variables se clasifican en los siguientes agrupadores:
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1. Identificación y Registro |
11 variables |
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2. Descripción |
33 variables |
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3. Evidencias Culturales |
9 variables |
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4. Georreferenciación de las entidades |
21 variables |
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5. Registro y Fuentes |
11 variables |
