Tras un intenso y sostenido diálogo colaborativo entre la Constructora e Inmobiliaria Presidente Riesco y la Fundación Villa San Luis, proceso que contó con la participación del arquitecto Miguel Lawner y de la Subsecretaría del Patrimonio Cultural, que llevó a un histórico acuerdo en 2020 que se resume en la construcción de un museo memorial en la actual ubicación del block 14, el 16 de noviembre se dio inicio a la primera etapa de su concreción. El acuerdo implica destinar un importante porcentaje de la futura edificación a conservar la memoria de los habitantes expulsados de la Villa San Luis de Las Condes, durante el gobierno militar.
Lo anterior, en el marco del acuerdo entre la Constructora y la Fundación, que consideraba la posibilidad de reducir el límite del Monumento Histórico y de modificar el proyecto inmobiliario, el cual finalmente redujo de cinco a cuatro edificios su plan original para habilitar la construcción del museo-memorial. El acuerdo fue refrendado por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), y dio paso a la suscripción de un convenio de colaboración entre el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y la Constructora en su calidad de propietario del bien.
El subsecretario del Patrimonio Cultural y presidente del CMN, Emilio De la Cerda, valoró en alto grado la forma en que se ha ejecutado la demolición parcial del Block N°14, cuyos resultados serán un insumo para la realización del Concurso de Arquitectura asociado al diseño del museo memorial. “Esta iniciativa da una importante señal a todos los ciudadanos de nuestro país, ya que demuestra que es posible llegar acuerdos a través del diálogo, voluntad y ánimo de entendimiento. Se han hecho los máximos esfuerzos por mantener el edificio que queda en pie. A su vez, el proyecto de diseño se elegirá por concurso público, permitiendo así la recuperación, conservación y puesta en valor de este monumento nacional”, dijo.
Además, según lo informado por la empresa al CMN -órgano técnico que ha mantenido una constante supervisión de las obras y con el acompañamiento del Ministerio de Obras Públicas-, el proceso de demolición controlada y parcial del Block N° 14 se realizó en tres fases: el reforzamiento externo del edificio; el apuntalamiento mediante alzaprimas en los pisos 1 y 2; y la demolición controlada de los elementos colapsados del 3° y 4° piso. Asimismo, se demolió completamente la estructura derrumbada del Block N°15 del cual se extrajeron testigos representativos de la estructura.
Se implementó una Mesa de trabajo con la participación de ingenieros de la Constructora y representantes de la Fundación, además de la Secretaría Técnica del CMN, del Departamento de Ingeniería de la Dirección de Arquitectura del MOP y de arquitectos de la Subsecretaría del Patrimonio Cultural. Este trabajo colaborativo permitió analizar el estado del edificio y definir procedimientos para las tres fases.
Asimismo, desde la Constructora, afirmaron estar conformes de poder cumplir su compromiso y lograr algún avance. “Hemos puesto nuestra mayor voluntad para concretar este proyecto de Museo, que reconoce el sufrimiento de las familias que fueron expulsadas por la fuerza. Además, en este tiempo hemos conocido personalmente a varias ex pobladoras, las que, esperamos, vivan este memorial como, al menos, una reparación simbólica y digna por lo que vivieron”, señaló Luis Felipe Gilabert, gerente general de la Constructora.
Para desarrollar las obras de la mejor manera posible, los trabajadores participaron en una charla realizada por profesionales del CMN, con el propósito de sensibilizar y concientizar respecto del valor y la importancia cultural del bien, dado que no sólo estaban tratando con cemento y armaduras de fierro, sino también con parte de la historia y el patrimonio nacional.
Los vestigios del edificio que han quedado en pie podrán, dependiendo del proyecto que gane el concurso de arquitectura, ser parte del museo-memorial, el cual tendrá una superficie de hasta 800 m2 construidos, conservará la altura original del edificio (10,62 metros máximo) y se complementará con paisajismo para habilitar un espacio privado de uso público hacia la esquina norponiente. Toda esa zona se mantendrá protegida como monumento histórico, abarcando 1.000 m2 de terreno aproximadamente.
