Excavaciones con herramientas propias de la profesión, harneros y hallazgos sorprendentes… Todo lo que hace un arqueólogo fue lo que pudieron experimentar los niños y niñas de Ñuble que participaron del taller organizado por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) y la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Ñuble. La actividad se realizó esta semana en las ruinas del antiguo Hospital San Juan de Dios en Chillán, autorizados por el Servicio de Salud Ñuble, en los terrenos donde se construirá el futuro Hospital Regional.
Para el CMN, difundir el patrimonio arqueológico a los niños es clave para la valoración y conocimiento de nuestro pasado. En el caso de Chillán aún más, ya que se trata de un territorio reconstruido cinco veces. “A través de los hallazgos arqueológicos, como el del Hospital San Juan de Dios, tenemos una oportunidad para estudiarlo y valorizarlo como vestigio de un pasado que ya no está. Por medio de estos talleres los niños conocen, por medio de la experiencia, la importancia de nuestro patrimonio arqueológico. Este trabajo, que es parte de lo que hacemos en el Consejo, nos permite preservar la memoria y proteger este patrimonio nacional”, sostuvo el secretario técnico del Consejo de Monumentos Nacionales, Erwin Brevis Vergara.
Así, los estudiantes de la Escuela de Quinchamalí y del Liceo Bicentenario Polivalente de San Nicolás pudieron buscar y descubrir réplicas de diferentes bienes arqueológicos que se pueden encontrar. El trabajo se desarrolló en equipos y mientras un grupo de alumnos excavaba, otro medía, registraba y documentaba el hallazgo. Las réplicas a escala real fueron impresas en 3D en el Museo Nacional de Historia Natural.
La seremi de las Culturas, María Soledad Castro, explicó que estos niños fueron invitados “como un reconocimiento a las buenas prácticas educativas que han demostrado realizar en estos últimos años. Ambos establecimientos están trabajando fuertemente la educación artística y a través de ella el refuerzo de nuestra identidad regional”.
“Me pareció una actividad muy entretenida, además de arte y arquitectura, aprendimos de física y química a través de la experiencia”, dijo Kiara Schuman, alumna del Liceo Bicentenario Polivalente de San Nicolás. “También pudimos conectar lo aprendido con disciplinas como historia y lenguaje. Tenemos el deber de formar alumnos integrales y de conectar en terreno lo aprendido en sala de clases”, agrega el mentor del Departamento de Artes del establecimiento educacional, el profesor Reinaldo Aliaga.
