Política y Patrimonio. Este e fue el tema central del III Encuentro Internacional "Diálogo sobre Patrimonio" que organizó el Consejo de Monumentos Nacionales, el pasado viernes 21 de noviembre, en el auditorio del Archivo Central Andrés Bello de la Universidad de Chile.
La iniciativa buscó ser un espacio para el intercambio de ideas y experiencias que contribuyan a la reflexión sobre buenas prácticas en la gestión y protección del patrimonio y contó con la participación de la investigadora mexicana, Johanna Loyoza; la historiadora Argentina, Liliana Barela; los arquitectos chilenos, Miguel Lawner y Osvaldo Cáceres, entre otros.
El secretario ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales, José de Nordenflycht valoró este tipo de iniciativas, pues como institución, "uno de nuestros objetivos es ayudar a disminuir la incertidumbre en la ciudadanía respecto de lo que pensamos y hacemos. Y es en esta relación que está instalada, este año nos interesó ver la relación entre patrimonio y política, porque finalmente es la política la que gestiona y conduce el lineamiento de nuestra acción y obviamente el patrimonio es el contenido que tenemos que cautelar, tutelar y proteger".
Es importante señalar que en sus anteriores versiones, este encuentro ha abordado diversas temáticas relacionadas al quehacer del Consejo de Monumentos Nacionales en el ámbito de la arqueología, paleontología, arquitectura y zonas típicas, a través del diálogo entre un experto nacional y uno extranjero; centrando principalmente la discusión en casos, de los cuales rescatar experiencias y reconocer problemáticas.
En este sentido ad portas de una nueva institucionalidad que creará el Misterio de Cultura y Patrimonio en Chile y la cada vez más visible acción ciudadana por la defensa de su patrimonio, estamos frente a un escenario que no puede dejar el ejercicio de nuestro trabajo sin una revisión crítica respecto a los marcos conceptuales y a los actores involucrados. En ese sentido, el patrimonio debe entenderse como una construcción valórica, que desde el Estado se ha definido por medio de un conjunto de regulaciones y prácticas institucionales; las que no necesariamente han coincidido con las visiones y aspiraciones de las comunidades.
