México y Chile han construido una relación de amistad forjada por acuerdos y acciones en que la cultura precede a la política y al intercambio económico. Durante momentos fundamentales del siglo XX en sus respectivas historias, esta relación se define gracias al rol protagónico que les corresponde asumir a algunos de los que llegarían a ser los principales artistas del periodo en ambos países.
Un relato en común
