Catedral de Chillán
Tras el terremoto de 1939 el Obispo de Chillán Jorge Larraín Cotapos, asumió la misión de levantar una nueva catedral dedicada a San Bartolomé, patrono de la ciudad, en el lugar donde estaba la anterior iglesia, la cual quedó destruida totalmente. Larraín le encargó a su sobrino, Hernán Larraín Errázuriz, el diseño de una propuesta quien la elaboró en el marco de su proyecto de titulación como arquitecto de la Pontificia Universidad Católica de Chile.