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Complejo religioso y ceremonial indígena mapuche de Mitrauquén Alto, Eltuwe (cementerio) y Ngüillatuwe

Localización: 
La Araucanía, Malleco, Lonquimay
Referencia Localización: 
Mitrauquén Alto
Categoría: 
Monumentos Históricos
Tipología: 
  • Inmueble
  • Sitios de la memoria y conmemorativos
  • Sitios indígenas

El complejo religioso y ceremonial indígena de Mitrauquen Alto, se encuentra en la IX Región de la Araucanía, en la comuna de Lonquimay. Es parte de la comunidad mapuche pehuenche llamada Francisco Cayul. Está integrado por un Eltuwe, un cementerio tradicional y un Ngüillatuwe, el espacio ceremonial más importante dentro de la cultura mapuche donde se realiza la ceremonia de El Ngüillatun. Ambos espacios son inmemoriales, dado que no hay antecedentes, documentos, ni investigaciones arqueológicas que permitan fijar una fecha sobre sus orígenes.
El Eltuwe está emplazado en una ladera al borde de un riachuelo frente a un bosque de araucarias. Su ubicación responde a la cosmovisión mapuche, donde el fin-fin o rumor de las aguas acompañan el viaje de los espíritus de los difuntos y los árboles sagrados del bosque contiguo, les proveen de los alimentos necesarios. Posee una superficie de 1.500 m² y aún es usado por la comunidad. En él se pueden encontrar tumbas ancestrales.
El Ngüillatuwe se ubica en una meseta que domina todo el valle a los pies de la cordillera. Posee un sendero circular destinado a la cabalgata ritual a la hora del agun y las ramadas que ocupan los miembros de la comunidad en los días de ceremonias. Al centro tiene un rewe principal representado por una patilla de araucaria que se renueva en cada Ngüillatun y otros cuatro secundarios representado por árboles frutales. Su área corresponde a 3.800 m².
Los dos espacios son representativos de los valores simbólicos de la cosmovisión y religiosidad del pueblo mapuche y hasta el día de hoy son utilizados. La ubicación en laderas o pequeñas colinas, el dominio visual sobre el entorno, el macizo cordillerano como respaldo, la posición de los árboles, la cercanía de riachuelos, la orientación de las tumbas hacia la salida o entrada del sol, tienen todas una razón de ser fundada en la cosmovisión indígena.
De ahí que fue la propia Comunidad Francisco Cayul que solicitó la protección de sus complejos religiosos-ceremoniales como Monumentos Nacionales en la categoría de Monumento Histórico. El año 2004 se les otorga dicha categoría y se establece dentro de los artículos del decreto, que no se requerirá autorización del Consejo de Monumentos Nacionales para llevarse a cabo labores de mantención, reparación o cualquier tipo de intervención de rutina que se realicen en estos complejos religiosos y ceremoniales. Con esto se determinó que las propias autoridades de la comunidad puedan adoptar las decisiones que estimen convenientes.