- Mueble
- Piezas rodantes ferroviarias
Durante las últimas décadas del siglo XIX comienza en Chile el auge y expansión del ferrocarril, el que logra su máximo esplendor en las primeras décadas del siglo XX. La maestranza de Temuco, uno de los centros ferroviarios más importantes del sur de Chile durante el siglo pasado. Ya desde fines del siglo XIX, Temuco cumple un importante rol ferroviario para la zona centro-sur del país, el que se originó con la llegada del primer tren a la ciudad en 1883. Desde entonces, la historia de la ciudad que se fundó sólo dos años antes, quedó marcada por los trenes.
A medida que su población fue creciendo, aumentó también la demanda ferroviaria, lo que llevó a la Empresa de Ferrocarriles del Estado en 1905 a comprar los actuales terrenos del museo, en donde se construyó una Casa de Máquinas (1933) y una Carbonera (1935). Éstas instalaciones, tuvieron más de 50 años de esplendor, cumpliendo importantes funciones como lugares de abastecimiento y reparación. Sin embargo, en 1983, el complejo ferroviario debió cerrar tras la masiva llegada de los trenes eléctricos, que reemplazaron a los que funcionaban con carbón.
Este cambio tecnológico produjo que más de 600 personas debieran buscar nuevos trabajos. Uno de ellos fue José del Carmen Reyes, padre del escritor Pablo Neruda, quien vivió junto a su padre hasta su adolescencia en Temuco y le dedicó el poema Maestranzas de Noche al complejo ferroviario.
El año 2004 este recinto ferroviario reabrió sus puertas transformado en el actual museo, que lleva el nombre del poeta nacido en esta zona, el que posee cuatro edificios que dan cuenta de la época de esplendor del ferrocarril: la Carbonera, la Administración (hoy Galería de Arte), la Casa de Máquinas y la Maestranza, además de una invaluable colección de piezas material rodante, seleccionadas por su valor histórico y por sus características técnicas.
La totalidad de las piezas ferroviarias se encuentran en un excelente estado de conservación, pues han sido objeto de una cuidadosa restauración.Los coches de también han sido objeto de una minuciosa conservación, y entregan una rica información sobre los criterios de diseño, gustos y materiales utilizados en la época.
Una de las piezas ferroviarias es el Coche Presidencial, que fue entregado al Museo por el ex Presidente de la República don Ricardo Lagos Escobar, el que ha sido restaurado respetando los materiales originales. En tanto, el autocarril es una pieza única en su tipología, comprado por la Presidencia de la República y utilizado frecuentemente por el ex mandatario don Carlos Ibáñez del Campo en su segundo mandato.
En tanto los buscarrilles, que se utilizaron para intentar reemplazar a las locomotoras de vapor, actualmente se encuentran operativos para realizar viajes turísticos en la zona sur del país.
REFERENCIAS:
Decreto 2721 (2008)
http://www.monumentos.cl/catalogo/625/articles-36706_documento.pdf
Plataforma Urbana
http://www.plataformaurbana.cl/archive/2013/11/27/guia-urbana-de-chile-m...
