Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Gualleco

En la comuna de Curepto se encuentra la localidad de Gualleco, un tradicional pueblo rural de origen colonial, emplazado en medio de la Cordillera de la Costa de la Región del Maule. La historia de este poblado está asociada a la tragedia. Las referencias al caserío original son aproximadamente del año 1736. Durante este siglo la localidad fue azotada por dos sismos: uno de 1786 y otro en 1787. Ambos sucesos destruyeron casi por completo las viviendas del pueblo y ocasionaron epidemias que mermaron fuertemente a la población. La reconstrucción de Gualleco, gracias a las donaciones de tierra del hacendado José Santos Ovalle, se hizo en terrenos al suroeste del estero local, frente al antiguo poblado. El trazado de la villa se determinó el 29 de diciembre de 1849.

Entre 1850 y 1854, como hito fundacional de la renovada localidad, se edificó la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Gualleco frente a la Plaza Central. La construcción estuvo a cargo de los ingenieros Benavente y Núñez, quienes diseñaron la Iglesia y la Casa Parroquial. El maestro jefe fue don Manuel Delgado, quien además, construyó varias casas que hasta la fecha se encuentran habitadas. El 21 de mayo de 1889 fue reconocida oficialmente como Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, e inaugurada por el Arzobispo de Santiago don Mariano Casanova. Cuenta con una superficie de 1.024 m² de construcción, contemplando la Iglesia como la casa parroquial, ambas adosadas y dispuestas de tal modo que se implantan con los volúmenes perimetrales, conformando un patio interior definido por corredores en sus cuatro costados. Al igual que la mayoría de las construcciones de la zona, su materialidad es en base a gruesos muros de adobe y cubierta de teja. Se caracteriza por poseer muros laterales que traspasan la línea de fachada, generando gruesos machones frontales que, en conjunto con la prolongación de la cubierta, conforman un pequeño atrio de acceso. También posee corredores laterales que conectan con otras dependencias adosadas, como lo son la sacristía y otros recintos habitacionales.

Esta zona fue fuertemente afectada por el terremoto de febrero del 2010. Al ser Monumento Nacional desde el año 2008, se han hecho diversos esfuerzos por restaurarla, dado que la casa parroquial sufrió el desplome de muros y pilares, y la iglesia daños menores. Gracias al Programa Legado Bicentenario, este proceso comenzó a principios del año 2014.