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Conjunto Patio Sur del Ferrocarril Antofagasta Bolivia

Localización: 
Antofagasta, Antofagasta, Antofagasta
Categoría: 
Zonas Típicas

El Conjunto Ferroviario se ubica en el sector sur de la comuna de Antofagasta y corresponde al Patio Sur de la red del Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia. Se emplaza en la zona ZUDC 2 y 3, Zona Urbanizable de Desarrollo Condicionado y de Protección y Uso Ferroviario según el plan regulador comunal (PRC) vigente desde el año 2002. Dentro del conjunto se encuentra la Estación Valdivia, reconocido como Inmueble de Primer Orden por el PRC, el que ha sido homologado a Inmueble de Conservación Histórica por el Minvu. Los componentes a declarar corresponden al patio, la Estación de Pasajeros, las cocheras y talleres, los carros y coches de pasajeros, las vías férreas, las palancas, la losa de andén y el letrero de la estación.

El desarrollo histórico del ferrocarril fue de gran importancia en la fundación y vocación industrial de la ciudad de Antofagasta y al mismo tiempo tuvo gran relevancia para las redes de transporte nacional e internacional a comienzos del siglo pasado. La ciudad de Antofagasta fue fundada en 1868 bajo la administración boliviana como puerto de desembarque y lugar de descanso. En 1873 se inauguró el primer tramo del ferrocarril salitrero desde el puerto de Antofagasta hasta el Salar del Carmen (35 km), concesionado por Bolivia a la empresa Compañía de Salitre y Ferrocarril de Antofagasta, perteneciente a Melbourne Clark. Desde 1879, a causa del desarrollo de la industria salitrera, aumentó la población en ciudades y asentamientos, predominantemente chilenos, en territorio peruano y boliviano. Las vías ferroviarias se extendieron hacia Las Salinas.

Entre 1879 y 1881 como consecuencia de la Guerra del Pacífico, la ciudad de Antofagasta es ocupada por el Estado de Chile. Durante el período 1881-1910 se crearon nuevas oficinas salitreras, dirigidas en su mayoría por capitales extranjeros, y el ferrocarril tuvo la misión de trasladar el material para su refinamiento en otras regiones, expandiéndose significativamente. En 1886 se inauguró la primera estación de ferrocarriles de Antofagasta; en 1887 la compañía Huanchaca adquirió los derechos de la empresa Melbourne Clark y proyectó las vías hasta Pucalayo en Bolivia. En 1888 los derechos fueron vendidos a capitales ingleses dando origen a la Antofagasta and Bolivia Railway Company Limited, la cual extendió las vías hasta la ciudad de Oruro en Bolivia y construyó la segunda estación de ferrocarriles de Antofagasta, que contó con un andén para el transporte de pasajeros, aunque su principal función fue el de carga y descarga de material industrial desde y hacia el puerto. A partir de 1913 comenzó el desarrollo de una nueva Estación Ferroviaria dedicada exclusivamente a pasajeros en calle Pedro de Valdivia en base a la alta demanda en transporte de la época. La Estación Valdivia fue inaugurada en 1916. A partir de la crisis salitrera de 1929, comienza el declive del transporte ferroviario de pasajeros, expresado en la disminución de recorridos ferroviarios y el aumento de incentivos al empleo otros medios de transporte, proceso que concluyó con el cierre definitivo de la Estación de pasajeros en 1978.

El desarrollo histórico del ferrocarril fue de gran importancia en la fundación y vocación industrial de la ciudad de Antofagasta y al mismo tiempo tuvo gran relevancia para las redes de transporte nacional e internacional a comienzos del siglo pasado. La ciudad de Antofagasta fue fundada en 1868 bajo la administración boliviana como puerto de desembarque y lugar de descanso. En 1873 se inauguró el primer tramo del ferrocarril salitrero desde el puerto de Antofagasta hasta el Salar del Carmen (35 km), concesionado por Bolivia a la empresa Compañía de Salitre y Ferrocarril de Antofagasta, perteneciente a Melbourne Clark. Desde 1879, a causa del desarrollo de la industria salitrera, aumentó la población en ciudades y asentamientos, predominantemente chilenos, en territorio peruano y boliviano. Las vías ferroviarias se extendieron hacia Las Salinas.

Entre 1879 y 1881 como consecuencia de la Guerra del Pacífico, la ciudad de Antofagasta es ocupada por el Estado de Chile. Durante el período 1881-1910 se crearon nuevas oficinas salitreras, dirigidas en su mayoría por capitales extranjeros, y el ferrocarril tuvo la misión de trasladar el material para su refinamiento en otras regiones, expandiéndose significativamente. En 1886 se inauguró la primera estación de ferrocarriles de Antofagasta; en 1887 la compañía Huanchaca adquirió los derechos de la empresa Melbourne Clark y proyectó las vías hasta Pucalayo en Bolivia. En 1888 los derechos fueron vendidos a capitales ingleses dando origen a la Antofagasta and Bolivia Railway Company Limited, la cual extendió las vías hasta la ciudad de Oruro en Bolivia y construyó la segunda estación de ferrocarriles de Antofagasta, que contó con un andén para el transporte de pasajeros, aunque su principal función fue el de carga y descarga de material industrial desde y hacia el puerto. A partir de 1913 comenzó el desarrollo de una nueva Estación Ferroviaria dedicada exclusivamente a pasajeros en calle Pedro de Valdivia en base a la alta demanda en transporte de la época. La Estación Valdivia fue inaugurada en 1916. A partir de la crisis salitrera de 1929, comienza el declive del transporte ferroviario de pasajeros, expresado en la disminución de recorridos ferroviarios y el aumento de incentivos al empleo otros medios de transporte, proceso que concluyó con el cierre definitivo de la Estación de pasajeros en 1978.

El desarrollo urbano de Antofagasta tuvo lugar en estrecha relación con el desarrollo de los trazados de vías y patios del FCAB. Como ciudad industrial fundada en el siglo XIX, Antofagasta se desarrolló con una vocación portuaria-ferroviaria, vinculada a la red de distribución del sistema productivo extractivo de minerales del interior de la región. La operatividad de la empresa FCAB determinó históricamente el crecimiento de la ciudad, en especial hacia el norte, donde desde comienzos del siglo XX se definieron las áreas industriales de los patios norte y sur. La construcción del conjunto de la Estación de Pasajeros y Cocheras consolidó la red de transporte terrestre de pasajeros desde Antofagasta tanto a nivel nacional como internacional (Argentina y Bolivia). Generó una nueva dinámica del barrio y diversificación de actividades, fortaleciendo vías estructurantes de equipamiento y localización de establecimientos educacionales, sanitarios (Cruz Roja), clubes deportivos y organizaciones sociales y religiosas, entre otros. Esto tuvo un impacto significativo en la identificación del Barrio Estación hasta el día de hoy. En planos históricos del siglo XIX se observa la importancia del Patio Antofagasta como hito de una ciudad con vocación industrial, así como el crecimiento de las vías hacia Caracoles, lo cual conformará la actual calle Pedro de Valdivia, que formaliza la faja ferroviaria histórica de la ruta de la costa al interior. Al momento del cierre de funciones de la Estación Valdivia, el patio sur queda en medio del proceso de expansión de la ciudad hacia el oriente, y las vías se extienden a lo largo de la ciudad, hacia el sector norte.

La historia del proyecto arquitectónico de la Estación Valdivia se inició con una primera propuesta realizada por el arquitecto británico Arnold Mitchell, de alto estándar, considerando una materialidad en concreto con terminaciones de terracota vidriada, la cual fue modificada en razón de los ajustes presupuestarios que sufrió la empresa tras el estallido de la primera Guerra Mundial. Posteriormente, el arquitecto Voisey desarrolló un provecto que reinterpreta el edificio de Mitchell, adaptándolo a un sistema constructivo en madera.

Con una superficie construida de 912 mÇ, el inmueble es representativo de la etapa de chilenización de la ciudad de Antofagasta, que se caracteriza por la inversión extranjera y obras arquitectónicas historicistas o eclécticas de autor. El diseño clasicista de Arnold Mitchell se mantiene simplificado en el proyecto de Voisey, que conserva características relevantes de la primera propuesta, principalmente la monumentalidad de un volumen simétrico aislado, emplazado sobre una explanada limpia, por sobre el nivel de la calle Valdivia, con dominio de la ciudad. El acceso está definido por un cuerpo que avanza del plomo del volumen, con amplias pilastras en los extremos y dos columnas dóricas, conformando el acceso a través de dos puertas de doble hoja. Corona el inmueble un frontón con un arco vidriado. Interiormente, el hall conduce a la boletería, conecta con salas laterales y se proyecta sobre el andén por medio de una extensa marquesina. Al edificio terminado se le suman servicios complementarios como oficinas de ferrocarriles, de correos y telégrafos, entre otros. Según el diagnóstico realizado por el propietario, el inmueble se encuentra en buenas condiciones estructurales. Por su parte, las cocheras y talleres corresponden al desarrollo de infraestructura industrial complementaria a la estación, consistente en pabellones lineales y paralelos a la calle Pedro de Vadivia, construidos en estructura de madera, cañas y planchas metálicas. Son construcciones representativas del norte salitrero, y sirvieron para alojar y reparar los carros y coches de pasajeros. El diseño lineal de las cocheras recoge un tipo de arquitectura típica del norte salitrero que utiliza elementos simples para construir un espacio intermedio de resguardo de coches y carros asociado al trabajo de taller y maestranza ferroviaria. La estructura de las cocheras corresponde a una construcción mixta de madera con elementos metálicos revestidos por cañas; espacialmente se configura como un espacio intermedio adyacente a un sencillo pabellón revestido en planchas metálicas. El vacío del patio sur y las vías férreas conectan las cocheras con la Estación de Pasajeros, configurando un conjunto ferroviario integrado por un inmueble de carácter público y otro de carácter industrial. Actualmente el Patio Sur sirve como área de paso del ferrocarril que se mueve del Patio Norte hacia el sur de Antofagasta, y el área de remate sur ha sido utilizada por la empresa FCAB para el desarrollo de un área de esparcimiento y recreación para los funcionarios de la empresa.